Una nueva vida truncada y dos en estado crítico es el resultado de acciones y omisiones, el pasado domingo 20, de los agentes comandados por director del Instituto Roca Emilio Guagnini. Los chicos que sobrevivieron aún se encuentran en terapia intensiva en el Centro de Salud, uno con el 70 por ciento de cuerpo quemado y el otro con el 30.
Según una de las absurdas versiones oficiales, el fuego se habría iniciado con un "juego" entre los pibes detenidos manipulando fuego y una vez que crecieron las llamas los celadores no pudieron ingresar porque un colchón encendido les impidió la entrada y la apertura del candado. Lo que no dice la versión oficial es por qué todavía tienen colchones de gomaespuma combustible para que seres humanos duerman sobre ellos ni cómo los chicos pudieron manipular fuego si no se les permite fósforos ni encendedores.
Tampoco explican, de modo coherente, la tardanza en ingresar a las celdas, en usar los matafuegos u otras medidas que hubieran salvado a Marcelo y no hubiesen dejado en estado crítico a otros dos jóvenes.
A.W.
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