miércoles, 30 de junio de 2010

En Córdoba 2352 personas están privadas de libertad sin condena

Representan el 54% de la actual población carcelaria provincial que supera los 5.000 presos. "Esto es indicativo de la morosidad que sufre la justicia", afirma la diputada nacional Griselda Baldata, quien como presidenta de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara Baja, está recorriendo las cárceles de Córdoba y de otros distritos del país.
Fuente:
Sosperiodista. http://www.sosperiodista.com.ar/Cordoba/En-Cordoba-2352-personas-estan-privadas-de-libertad-sin-condena

La diputada nacional por Córdoba, Griselda Baldada, le reclamó esta semana al Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que de “prioridad de ejecución” a la construcción de nuevos complejos carcelarios que reemplacen a la vieja Cárcel de Río Cuarto y el Penal de San Martín en Córdoba Capital. El argumento de la legisladora –expuesto en un comunicado enviado a los medios- es que con las actuales condiciones edilicias de los penales mencionados “es imposible cumplir adecuadamente con las mínimas condiciones necesarias para rehabilitar al recluso, e incluso garantizar las condiciones laborales mínimas del personal que cumple funciones en ellas”.

Como presidenta de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara Baja, Baldata está recorriendo las cárceles de Córdoba y otros distritos para aportar elementos a la renovación de las unidades. En virtud de este reclamo, desde Sosperiodista le pedimos a la diputada que precisara un poco más su denuncia acerca de las mínimas condiciones edilicias existentes en los penales y, en ese marco, habló de las condiciones de hacinamiento y reveló que más de la mitad de los 5162 reclusos que existen en Córdoba están privados de su libertad sin haber sufrido una condena.

En Río Cuarto

“En el parte de prensa, yo manifesté –señaló Baldata en un mail enviado personalmente a este sitio- que el penal de San Martín y la Cárcel de Río Cuarto no contaban con las condiciones mínimas de salubridad, seguridad, humanidad, etc. Son las dos cárceles cuyas construcciones datan del siglo 19. Ediliciamente no cumplen hoy con las exigencias de los preceptos constitucionales, y mucho menos con las expectativas de poder alojar a reclusos que el día de mañana, ya en libertad, puedan insertarse adecuadamente a la sociedad”.

Comparó que “cuando en el año l997 visité por primera vez la Cárcel de Río Cuarto, había 170 (aproximadamente) reclusos en ella; hoy hay 369 en el mismo edificio. En aquel entonces había 6 mujeres privadas de su libertad, cuando hay 12, de las cuales sólo, 2 tienen condena. Saquen sus propias conclusiones”, dijo la legisladora, invitando a pensar sobre la realidad de estos números. No obstante, dijo reconocer “que a pesar de las condiciones edilicias y falta de espacio para cumplir con las actividades interdisciplinarias, he visto un personal técnico-profesional preocupado y con mucho trabajo con el afuera. Tienen convenios con el Instituto Cervantes, la UNRC, y otras instituciones educativas y sociales con las cuales se vinculan mucho. Asistí a una clase con 30 reclusos aproximadamente de dibujo con personal del Instituto Cervantes”. Igualmente agregó que “la situación en cada pabellón en estos lugares es dura que la misma privación de la libertad”.

Pobres y presos

Apuntó como una obviedad que “la enorme mayoría de los reclusos en cualquiera de las cárceles proviene de los sectores más vulnerables de la sociedad. En otras palabras, los ricos no están en las cárceles, salvo Menendez, y ahora Videla, que están en Bower”. En este sentido puso como ejemplo que de los 369 reclusos de Río Cuarto sólo 6 o 7 provienen de los sectores medios o acomodados de la sociedad. Como consuelo dijo que esta realidad no sólo se observa en Córdoba y en Argentina sino que “es común a la gran mayoría de los países en el mundo”. Agregó que “la reincidencia también es alta”, lo que “demuestra las fallas del sistema, y lo utópico del precepto constitucional”.

Sin condena

La otra cuestión –continuó Baldada- es la enorme cantidad de personas privadas de libertad en condición de procesados, es decir, esperando juicio. Según reveló, alcanza a más del 50%. “Por ejemplo, en toda la provincia de Córdoba, hay 5.162 personas privadas de libertad (en todos las cárceles de la provincia). De ese número, 2.810 son procesados (54%), mientras que 2.352 son condenados (46%)”. “Es un dato no menor”, reflexionó la legisladora, porque “nos indica que hay morosidad por parte de la justicia en resolver los procesos. Seguro será falta de tribunales, jueces, empleados, edificios, etc, es decir presupuesto, recursos y agilidad del sistema”.

Puntualizó además que “en la provincia hay 400 personas privadas de libertad por delitos federales. Aquí no hay cárceles federales –ilustró. Creo que la Nación debe a la provincia por ellos desde hace mucho tiempo. Es decir, no ponen dinero por tener alojados presos federales”.
Destacó que “los complejos carcelarios de Bower y Cruz del Eje, son modelos y fueron construidos con celdas individuales, con un nuevo paradigma, es decir para alojar a una persona en cada una de ella”, pero advirtió que apenas se inauguraron “ya habían colocado dos personas por celda”. “Esto nos indica el crecimiento poblacional carcelario. Imaginen si no habrá entonces hacinamiento en Río Cuarto o en el penal San Martín. Entendiendo por hacinamiento que hay mas personas por metro cuadrados que lo recomendable en un lugar de encierro”, concluyó.

30/6/10

miércoles, 23 de junio de 2010

RELATORÍA DE LA CIDH CONSTATA GRAVES CONDICIONES DE DETENCIÓN EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Washington, DC, 21 de junio de 2010 - La Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una visita a la República Argentina del 7 al 10 de junio de 2010, en el marco de la invitación abierta y permanente extendida por el Estado argentino a la CIDH. La delegación estuvo integrada por el Relator, Comisionado Rodrigo Escobar Gil, y personal de la Secretaría Ejecutiva. La Comisión Interamericana desea expresar su agradecimiento al Gobierno argentino por su cooperación y el acceso irrestricto a los lugares de detención durante el transcurso de la visita, así como a las organizaciones no gubernamentales argentinas y a la Comisión Provincial por la Memoria por la información y la cooperación prestada.

En la ciudad de Buenos Aires la delegación se reunió con el Vicecanciller de la Nación, Victorio Taccetti; el Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos del Gobierno Nacional, Julio Alak; el Director del Servicio Penitenciario Federal, Alejandro Marambio; y la Vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco. En la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, la delegación se reunió con la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia Hilda Kogan; la Procuradora General, María del Carmen Falbo; el Ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal; el Subsecretario de Política Criminal, César Albarracín; y el Jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense, Javier Gustavo Mendoza. Asimismo, se entrevistó con Mario Luis Coriolano, Defensor de Casación de la provincia de Buenos Aires y miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Inhumanas y Degradantes de las Naciones Unidas.

Los miembros de la delegación visitaron el Complejo Conurbano Bonaerense Norte, la Unidad 2 Sierra Chica, la Unidad 1 Lisandro Olmos, la Comisaría de Ensenada Seccional 3ra (El Dique), la Comisaría de Berisso Seccional 1era, y la Comisaría de Lomas de Zamora Seccional 6ta. Durante estas visitas la delegación sostuvo reuniones con las respectivas autoridades encargadas de estos establecimientos, y entrevistó a un importante número de personas detenidas.

En el marco de la colaboración existente entre el Gobierno y la CIDH, y con el objetivo de contribuir a la búsqueda de una mayor protección de los derechos de las personas privadas de libertad, la Comisión, en atención a las Resoluciones de la Asamblea General y sobre la base de las funciones y atribuciones que le otorga el artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, hace de público conocimiento las siguientes observaciones preliminares.

La Relatoría de la CIDH desea expresar su profunda preocupación por las condiciones de detención en la que se encuentran las personas privadas de libertad en la provincia de Buenos Aires. En este sentido, la Relatoría resalta que en consideración a la posición especial de garante del Estado frente a las personas privadas de la libertad, además de respetar su vida e integridad personal, el Estado tiene la obligación de asegurar condiciones mínimas de detención que sean compatibles con la dignidad humana.

De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, la población penitenciaria de la provincia de Buenos Aires a marzo de 2010 es de 30.132 internos, de los cuales 4.040 se encontraban recluidos en centros policiales. Según las cifras oficiales, el 61% de los privados de la libertad no tiene sentencia en firme; sin embargo, la Relatoría observa que dicho porcentaje no incluye aquellos detenidos en dependencias policiales. Las organizaciones de la sociedad civil, por su parte, reportan que más del 70% de las personas privadas de libertad se encuentran en prisión preventiva. La Relatoría de la CIDH considera preocupante el uso abusivo de la detención preventiva, en detrimento de los principios de presunción de inocencia, necesidad y proporcionalidad que deben regir este mecanismo procesal. En este sentido, la CIDH reitera que la detención preventiva de una persona es una medida excepcional, de naturaleza cautelar y no punitiva, procedente únicamente para asegurar que el procesado no impedirá el desarrollo eficiente de las investigaciones ni eludirá de la acción de la justicia. La Relatoría de la CIDH observa que los jueces optan por la medida cautelar más gravosa para la vigencia del derecho a la libertad durante el proceso, con el objeto de mostrar eficiencia y evitar los reclamos de la sociedad, los medios de comunicación y del mismo poder político. La Relatoria de la CIDH observa con preocupación las últimas reformas procesales por las que se restringió el acceso a las medidas alternativas a la privación de libertad y se aplican criterios sustantivos para el análisis de procedencia de la prisión preventiva, en contradicción con los estándares internacionales. En ese sentido, la CIDH exhorta a las autoridades a aplicar la detención preventiva con un criterio eminentemente excepcional e implementar medidas alternativas. Asimismo, es necesario adecuar la legislación procesal de la provincia a los estándares internacionales de derechos humanos.

Por otra parte, en cuanto a la utilización de dependencias policiales, la Relatoría de la CIDH verificó que en la provincia de Buenos Aires la permanencia de una persona detenida por orden judicial en uno de estos establecimientos depende de la habilitación de cupos en las unidades del Sistema Penitenciario, lo cual, en la práctica, debido al déficit actual de plazas penitenciarias, puede tomar meses e incluso superar el año. La Relatoría resalta que las comisarías de policía son centros concebidos para detenciones transitorias que no cuentan con la infraestructura ni los servicios básicos para asegurar condiciones dignas de detención. Además, debido a su formación, el personal policial no está preparado para cumplir con la función de custodia de detenidos, la que corresponde a servidores públicos capacitados para la custodia y tratamiento de personas privadas de la libertad, en este caso, al Servicio Penitenciario Provincial. La Relatoría exhorta al Estado a adoptar las medidas necesarias para que cese la utilización de las dependencias policiales como lugares de alojamiento permanente de personas y, en consecuencia, dejen de funcionar como centros de detención.

Asimismo, la Relatoría de la CIDH expresa su profunda preocupación por la información recibida según la cual en los centros de detención se inflingen torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. En particular, se tuvo conocimiento de golpizas frecuentes, muchas veces seguidas de duchas frías; la práctica de la “falanga” o “pata-pata”, consistente en golpes propinados en la planta de los pies; y malos tratos mediante disparos con balas de goma; aislamiento prolongado en celdas de castigo; hacinamiento y malas condiciones materiales. Durante la visita la Relatoría tuvo conocimiento, inclusive, de tratos crueles inflingidos a un miembro del Servicio Penitenciario como parte de un “ritual de iniciación” para ingresar en un grupo de élite de ese cuerpo.

Al respecto, la CIDH reitera que existe en el Derecho Internacional un régimen absoluto de prohibición de la tortura, y que los Estados tienen el deber de proteger a los privados de libertad contra todo tipo de amenazas y actos contra su integridad física o mental. Esto incluye el deber de abstenerse de utilizar como castigo disciplinario métodos que puedan ser catalogados como torturas, o tratos crueles, inhumanos y degradantes. De conformidad con la información recibida, entre febrero y junio de 2010 se reportaron 241 casos de torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, de los cuales 115 fueron denunciados formalmente ante las autoridades. La Relatoría también recibió información por parte de diversas fuentes sobre la falta de voluntad del Estado para investigar y sancionar los actos denunciados, la impunidad imperante, y la falta de un registro oficial de los mismos, que permita contar con información fidedigna sobre la dimensión real del problema y diseñar políticas de prevención. En ese sentido, es de resaltarque la falta de castigo alienta la consolidación de prácticas contrarias al respeto a la integridad y la dignidad humana. Al respecto, la Relatoría insta al Estado argentino a tomar las medidas necesarias para prevenir la tortura; y en particular, exhorta a las autoridades judiciales a investigar, juzgar y sancionar a los responsables de hechos de torturas, teniendo en cuenta, para su calificación jurídica, la gravedad de los mismos y los estándares internacionales.

Resulta igualmente preocupante el mal estado general de las estructuras e instalaciones físicas, particularmente, de las sanitarias, hidráulicas, eléctricas y de internamiento. Las condiciones de alojamiento son incompatibles con el principio de trato humano que deben recibir todas las personas privadas de libertad. Estas deben disponer de espacio suficiente, exposición diaria a la luz natural, ventilación y calefacción apropiadas, según las condiciones climáticas del lugar de privación de libertad. Además, deben tener acceso a instalaciones sanitarias higiénicas y en cantidad suficiente para todas las personas detenidas; a productos básicos de higiene personal; y agua para su aseo personal. Al respecto, la Relatoría pudo constatar que algunas de las estructuras físicas de los centros de detención son muy antiguas y requieren de sustanciales trabajos de reparación, adecuación y mantenimiento. Particularmente en el caso de las comisarías se pudo observar que los lugares utilizados para la detención de personas no eran recintos diseñados originalmente para este fin, sino de estructuras diseñadas para otros fines modificadas posteriormente.

En cuanto a la capacidad de alojamiento del Sistema Penitenciario, las autoridades provinciales informaron sobre un programa consistente en la construcción de 23 alcaidías departamentales con un nuevo régimen de detención transitoria y el programa “Casas por Cárcel”, destinadas a consolidar el principio del progresividad en la ejecución de la pena. La Relatoría valora los esfuerzos del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, los cuales, sin embargo, considera insuficientes para superar en su integridad la magnitud del problema. En este sentido, la Relatoria de Personas Privadas de Libertad de la CIDH considera fundamental que se establezcan mecanismos para remediar las situaciones de alojamiento por encima del número de cupos o plazas, de conformidad con los Principios y Buenas Practicas sobre la Proteccion de las Personas Privadas de la Libertad en las Américas de la CIDH.

Por otra parte, la Relatoría de la CIDH constató con preocupación la existencia de una política de traslados de detenidos como forma de control del orden interno de los penales o sanción disciplinaria, que se aplica de manera sucesiva e indiscriminada por parte de las autoridades del Servicio Penitenciario, con la circunstancia agravante que durante el traslado se somete a los internos a un trato inhumano y degradante, lo que, tomando en cuenta la vasta extensión de la provincia de Buenos Aires perjudica seriamente el contacto regular de los privados de libertad con sus familias, y les impide acceder a programas de educación y empleo que favorezcan su proceso de resocialización.

Al respecto, la Relatoría de la CIDH quiere destacar que la gran mayoría de internos entrevistados manifestaron haber sido objeto de traslados sucesivos entre unidades penitenciarias. Así por ejemplo, uno de los internos entrevistados manifestó haber recorrido en 6 años más de 40 (de las 54) unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense, pasando por algunas más de dos ocasiones. Por su parte, las autoridades aceptaron la utilización de esta práctica como una forma de control del orden interno en los penales. A este respecto, la Relatoría de la CIDH exhorta al Gobierno de la provincia de Buenos Aires a tomar medidas dirigidas a limitar los traslados previo control judicial y a evitar que sean utilizados como sanción disciplinaria. Además, se recomienda al Estado considerar la proximidad del detenido a su núcleo familiar, su estado físico, y su pertenencia a programas de educación o trabajo como criterios fundamentales al momento de disponer los traslados. De conformidad con los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de la Libertad en las Américas de la CIDH, los traslados no se deberán practicar con la intención de castigar, reprimir o discriminar a las personas privadas de libertad, a sus familiares o representantes.

En relación con la atención médica, la Relatoría de la CIDH recibió durante la vista una queja generalizada por la calidad precaria y el difícil acceso tanto a los servicios médicos como a medicamentos. Asimismo, se tuvo conocimiento de la insuficiencia de provisiones de medicamentos e insumos hospitalarios en unidades sanitarias, y de la carencia de un mecanismo que asegure la provisión ininterrumpida de los mismos. En este sentido, la Relatoría de la CIDH recibió información según la cual el trasladado de internos a la sección de sanidad no siempre obedece a un criterio médico, lo que impide el acceso a la atención médica a las personas que realmente lo necesitan. En el caso de las personas privadas de libertad en las comisarías se pudo establecer que no se les provee atención médica regular, sino sólo en caso de emergencia. A su vez, la Relatoria de la CIDH ha recibido información sobre la falta de un adecuado control judicial sobre las condiciones de detención en materia de salud. En este sentido, la Relatoría insta al Estado a tomar las medidas necesarias para proveer a las clínicas de las unidades penitenciarias de infraestructuras sanitarias adecuadas; de recursos humanos indispensables; de medicamentos e insumos médicos suficientes para cubrir las necesidades de la población penitenciaria; y de seguridad que garantice la integridad física del personal. La Relatoría quiere destacar que las personas privadas de libertad tienen derecho a la salud, en particular, a la atención médica, psiquiátrica y odontológica adecuada; a la disponibilidad permanente de personal médico idóneo e imparcial; y al acceso a tratamiento y medicamentos apropiados y gratuitos. Además, se recomienda al Estado proveer atención médica regular a las personas detenidas en dependencias policiales.

En cuanto a la alimentación suministrada tanto a la población penitenciaria como a la detenida en comisarías, se recibió una queja reiterada sobre su insuficiencia y baja calidad. La Relatoria quiere resaltar que las personas privadas de libertad tienen derecho a recibir una alimentación que responda en cantidad, calidad y condiciones de higiene, a una nutrición adecuada y suficiente. La Relatoría de la CIDH verificó con preocupación que en los pabellones de separación los internos en aislamiento no contaban con agua corriente y tenían que comer con la mano. En este sentido, la CIDH insta al Estado a ejercer controles de calidad de los alimentos que consumen las personas privadas de libertad, y a asegurarse que los mismos reúnan los requisitos mínimos de cantidad, calidad e higiene. Además, es indispensable que el Estado provea a los detenidos utensilios básicos para que éstos ingieran sus alimentos en condiciones mínimas de dignidad.

De otra parte, la Relatoría analizó con preocupación la información recibida según la cual el sistema penitenciario de la provincia de Buenos Aires no cuenta con programas de rehabilitación y educación adecuados. Sin bien el artículo 5(6) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que las penas privativas de la libertad tienen como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados, la Relatoría pudo constatar que el acceso a los programas existentes es insuficiente en relación con la población penitenciaria de la provincia de Buenos Aires. La Relatoría exhorta al Gobierno provincial a destinar los recursos necesarios para la ampliación y adecuada dotación de talleres, escuelas y demás programas de resocialización a cargo del Servicio Penitenciario Provincial. Asimismo, se destaca la importancia de establecer criterios objetivos que aseguren un proceso de adjudicación de cupos transparente y equitativo.

La Relatoría exhorta al Estado a dedicar atención prioritaria y voluntad política para mejorar la situación de las personas privadas de la libertad en la provincia de Buenos Aires, para lo cual considera de crucial importancia fortalecer los mecanismos de protección. En este sentido, es necesario otorgar la independencia y autonomía necesaria a la Defensa Pública Provincial e instaurar el mecanismo establecido en el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Asimismo, garantizar la independencia de los miembros del Poder Judicial, a fin de que cumplan de manera efectiva con su función de control de la legalidad de la detención preventiva y de la ejecución de la pena, libres de cualquier tipo de ingerencia o presión.

Finalmente, la Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de la Libertad insta al Estado argentino, en particular a la provincia de Buenos Aires, a diseñar e implementar una política penitenciaria acorde con los principios internacionales que rigen la materia; y a formular un plan general orientado a superar la grave situación que padecen las personas privadas de la libertad y a asegurar el goce efectivo de sus derechos humanos.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión está integrada por siete miembros independientes que se desempeñan en forma personal, sin representar a ningún país, y que son elegidos por la Asamblea General de la OEA.


La Cantora
http://www.lacantora.org.ar

viernes, 18 de junio de 2010

Programa radial “Trascendiendo los Muros” hecho por Ciudad Interna

El día 17 de junio de 2010 a las 15 horas desde el interior del penal corondino el quipo de Ciudad Interna realizó su primer programa radial, el cual lleva por nombre “Trascendiendo los Muros”.

En el se abordaron tras la voces de los protagonista directos temas relacionado a la: Dirección de Control y Asistencia Post Penitenciaria, ex patronato de Liberados y Excarcelados, quien no hacen absolutamente nada de nada por la persona que recuperan su libertad, como tampoco por las que están próximos a recuperarla.

Otro de los temas tratados fue la prohibición, por parte de la “autoridades penitenciaras”, de ingresar los días sábados a nuestros compañeros del equipo exterior quienes venían a realizar talleres.
Ciudad Interna - Resistencia y Lucha

Fuente: http://ciudadinterna.blogspot.com/2010/06/radio-ciudad-interna.html

jueves, 17 de junio de 2010

Juicio Unidad 9 La Plata: denuncias

Amenazaron testigos de Unidad 9

Por APDH

Hoy se desarrolló una conferencia de prensa en la sede de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) con la presencia de testigos, abogados y diversos representantes de organizaciones sociales y políticas para repudiar los actos de intimidación que sufrieron algunos testigos que han declararo en el juicio a los penitenciarios y médicos de la Unidad 9.
Tres testigos de la causa de Unidad 9 y un psicólogo de CODESEDH, encargado de la contensión de los mismos, recibieron diversas amenazas en los últimos días.
Esto provocó la reacción de diversos sectores que mostraron preocupación por la falta de protección a quienes brindan aportes en el proceso judicial para condenar a 11 penitenciarios y 3 médicos de la causa de Unidad 9.
Scatolini recibió amenazas en su casa por un grupo desconocido de personas, Caldarola recibió alrededor de tres llamadas con intimidaciones, Fidalgo fue asaltado en su hogar y Mujilde sufrió el ingreso de personas en su hogar que revolvieron sus pertenencias (no le robaron nada) y le dejaron un cuchillo sobre la cama como símbolo de amenaza.
En la conferencia estuvieron presentes abogados de la querella, integrantes de la CTA, Justicia Ya, APDH, Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Unión por los Derechos Humanos, Comisión Provincial por la Memoria, entre otras organizaciones.
En declaraciones a Radio Provincia, Eloy, ex detenida desaparecida dijo que los testigos “seguimos siendo el blanco” de los represores y cuestionó que, a pesar del tiempo transcurrido “no se desmantelaron las fuerzas represivas” y además, los represores siguen libres.
Eloy aseguró que “no se toman los recaudos de inteligencia para investigar a quienes pueden cometer estas cosas” y añadió que “ni siquiera se ha investigado a los represores denunciados por Jorge Julio López. Después de 4 años, los testigos seguimos siendo las víctimas”. Por último, afirmó que “hablar de protección con los tipos libres y no investigándoselos, es un poco hablar en vacío”.

Fuente: http://argentina.indymedia.org/features/laplata/

miércoles, 16 de junio de 2010

Volver a la libertad....y ahora que carajo hago

Existe la Dirección de Control y Asistencia Post Penitenciaria, ex patronato de Liberados y Excarcelados, creado allá por el año 1938 dentro del Colegio de abogados de las distintas circunscripciones de la provincia de santa fe y que en el año 1979 ya se encontraba en la orbita del Servicio Penitenciario de la Provincia de santa Fe y lo tenía como una Unidad mas del SP, incluso con Personal numerario a cargo del seguimiento post penitenciario, lo que hacía que fuera en contraste con la función que debían cumplir.
Ciudad Interna
16|06|2010
En el año 2008 se firma el Dec.2936/08 que crea el mencionado Organismo dependiente de la orbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Pcia. Que, dicho sea de paso esta bajo el poder del Dr. Héctor Superti que ¡oh! Casualidad fue con quien trabajó en el estudio jurídico de este durante 5 años la Dra. María Cecilia Vranicich actual Directora de La Dirección Provincial de Control y Asistencia Post Penitenciaria. Esta misma Dra. Vranicich hizo la Pasantía de ejecución penal en la Cárcel de Coronda y tuvo un trato casi permanente con los detenidos, por cuanto sabe de hecho los problemas de los excluidos de Derecho; es decir, no puede negar que conoce en profundidad los problemas a que se enfrenta un liberado, ya sea condicional o por agotamiento de la pena. Sabe de hecho los dramas que violentan la vida normal de un ex detenido, porque es violencia que no les den un trabajo, es violencia que no tengan un pedazo de pan para sus hijos, es violencia la exclusión…y la violencia genera violencia.

Luego no pueden caer en la apreciación de que reinciden por falta de ganas de reintegrarse a la sociedad, eso es algo muy chicanero por parte de los políticos que tienen el Poder de decidir, de hacer que un liberado deje de ser noticia en las crónicas policiales y sea noticia porque generó un micro emprendimiento, porque hizo que su familia se encuentre plena por estar reunidos en grupo y para que eso ocurra deben dar apoyo al ciudadano liberado, porque un liberado es un ciudadano más, no un EX PRESO… hay que quitarle ese mote indigno que no lo deja avanzar, que lo excluye y lo margina más aún de lo que lo marginó su vida anterior y lo llevó a la cárcel! Ayuden a crecer como personas de provecho y verán de hecho que un ser humano nunca deja de serlo, por más que la cárcel lo maltrate, por más que intenten avasallar sus derechos. Verán también que con ayuda se puede lograr la inclusión social, familiar y laboral soñada por los mismos, creemos que para eso debe existir la Dirección de Control y Asistencia Post Penitenciaria.

Fuente: Rompiendo el Silencio
Ver texto: http://www.lacantora.org.ar/nota.php?idnota=894

martes, 15 de junio de 2010

Grave informe de la CTC


El exterminio de personas encarceladas no se detiene

"En lo que va del 2010 ya se registraron 10 muertes de personas encarceladas"

Como lo hemos venido denunciado a lo largo del año y tras el triste accionar de los actuales funcionarios políticos a cargo de las prisiones santafecinas son caóticas las condiciones de detención en la provincia. Afirmando esto ahora se suma un amplio informe de la Coordinadora de Trabajos Carcelarios.

Gravísimas situación se vienen registrando en los distintos escenarios, Piñero, las Flores, Coronda, el IRAR, como en las comisarías y alcaidías provinciales.

Compartimos el reciente informe elaborado por la CTC sobre la preocupante y cada vez más grave, situación carcelaria en Santa Fe. "Muchas muertes clasificadas como naturales en las estadísticas del Servicio Penitenciario se deben a la negligencia, la discriminación y la falta de ética profesional de los servicios de salud penitenciarios", sostienen desde la Coordinadora.

Informe de la Coordinadora de Trabajo Carcelario

En la provincia de Santa Fe, se presentó al comienzo de la gestión socialista un plan estratégico para el servicio penitenciario en la provincia, dos cuestiones centrales que dependen directamente del gobernador de la provincia que aún no se han resuelto: La reglamentación de la Ley 24.660 y la resolución del sumario de la masacre de Coronda.

Por otra parte en el Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario (IRAR) se observa un retroceso respecto de la gestión anterior, dado que durante estos años el Servicio Penitenciario ha ido avanzando en los espacios que antes eran ocupados por personal civil instalando los códigos carcelarios que no solo forman parte de la infraestructura, (construcción de las llamadas jaulas a las entradas de los sectores) sino en el encierro permanente y la atomización de los sectores.

En el IRAR hay cada vez más encierro y menos actividades en un espacio sin luz solar, húmedo, con sanitarios tapados e higiene deficiente. A más de dos años de asumir el gobierno socialista, resulta preocupante la falta de implementación de políticas y de inversión en nuestros jóvenes en conflicto con la ley penal.

- En estos dos años la situación de los jóvenes que se encuentran bajo la orbita de la Dirección Provincial de Justicia Penal Juvenil, se han agravado sensiblemente, pese a las denuncias, la intervención judicial e inclusive los pedidos de informes efectuados desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ante una denuncia formulada por esta organización, ante sistemática violación de los derechos de estos jóvenes por el Estado Provincial.

- Al asumir el gobierno, en un confuso plan presentado en el año 2008, se exponía la necesidad de fortalecer los programas y medidas alternativas a la pena privativa de la libertad, en cuanto, conforme la legislación vigente, esta medida debe ser la última instancia y de aplicación excepcional.

- Sin perjuicio de ello, la realidad demuestra, que la principal respuesta sigue siendo aquella que debería ser la excepción, o sea la privación de libertad.- La falta de una política clara, de un centro de admisión, donde se evalué en forma profesional a los jóvenes, al ser detenidos, a fin de proponer a los Jueces distintas opciones, hace que en definitiva la opción sea el encierro.

- Si bien la Dirección Provincial de Justicia Penal Juvenil, cuenta con el programa de Libertad Asistida, el mismo se encuentra sub aprovechado La otra medida alternativa, es la prestación por parte de los jóvenes de Servicios Comunitarios. La única instancia que se estableció en Casa del Adolescente donde en la actualidad trabajan unos pocos chicos. Si bien ya como instancia de Privación de Libertad, pero con una estructura semi abierta debería funcionar el Hogar Granja Casa Joven, este lugar, que tiene un gran espacio donde podrían desarrollarse distintas actividades, como lugar semi abierto y como lugar abierto al estilo Casa del Adolescente se encuentran en un total estado de abandono. Muestra de ello, es la denuncia que efectuaron el día viernes ante el Ministro de Justicia los empleados de este lugar donde expusieron sobre “la crítica situación de salud por la que atravesó un trabajador del Hogar (posible caso de Leptospirosis, y el grave y cierto riesgo que corren tanto los adolescentes alojados como el resto del personal que desempeña tareas en el lugar, sumado al notorio abandono que padece la Institución, roedores por doquier, malezas excesivamente altas por el predio, árboles caídos hace mas de 3 años, techo del comedor roto desde el mismo tiempo que los árboles, falta total de mantenimiento edilicio, instalaciones eléctricas deficientes, tapiales caídos, tanque de agua con más de 7 años que no se limpia desinfecta ( agua de pozo), baños tapados o sin agua, pozos ciegos saturados, desagües de agua servida a cielo abierto, cañerías tapadas y obsoletas, falta de fumigación y desratización, gran cantidad de hormigas de madera que atacan los tirantes de techos y columnas, etc. Ante esta situación nos encontramos con el IRAR (Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario), los jóvenes alojados en el, en condiciones infrahumanas.

- La realidad del Instituto, sigue siendo, como siempre lamentable.Los chicos viven en la mugre, con baños que rebalsan, gran cantidad de tiempo encerrados en sus sectores, con poca compañía de adultos, escasas actividades, grandes dificultades de convivencias que pareciera nadie esta dispuesto a evitar, sino por el contrario, algún personal se dedica a acrecentar.

- La intervención de los distintos ministerios, salud, educación, cultura, brillan por su ausencia. En estas condiciones, la situación del IRAR se vuelve sumamente delicada, y preanuncia tiempos de violencia y desgracia.

Situación en la Alcaidía: En el pabellón b se siguen sucediendo hechos que obligan a repensar ese lugar como un depósito de personas, donde los presos permanecen sin ninguna actividad en condiciones lamentables. Comida escasa en muchos casos en mal estado. Falta de higiene, humedad falta de agua. En unas celdas de ese pabellón permanecen aquellos que han contraído tuberculosis en iguales condiciones que los demás, mucho frío, humedad.

En el día de la fecha nos llaman los familiares de J. que tiene TBC y lo encontraron en un charco de sangre en muy malas condiciones, tirado en el suelo, no le habían dado la frazada que llevaron sus familiares en horas de la tarde se presentó un habeas corpus.

También debemos señalar a modo de ejemplo de como se atiende la salud de las personas privadas de la libertad el caso de Ariel Sosa, al que visitamos por pedido de sus compañeros, hicimos una serie de gestiones ante la policía y ante el ministerio de salud, lo internaron en varias ocasiones y lo mandaban nuevamente a la alcaidía, incluso al principio lo tratan como si hubiera tenido un forúnculo en el cuello, cuando intervenimos nosotros lo internan en un hospital comprobándose que tenia tuberculosis multiresistente, en ese momento estaba muy grave, pero lo internaban y le daban de alta permanentemente a principio de año nos avisa un familiar que había fallecido.

También en la misma alcaidía falleció otro interno con problemas cardíacos. En los hospitales, aún con cuadros graves los envían nuevamente a la cárcel sin estar dadas las condiciones para el alta. En las comisarías de Rosario a pesar de haber interpuesto un habeas corpus general, planteando la ilegalidad de la situación de presos en comisarías que tuvo resolución favorable.

El hacinamiento, la falta de higiene, de luz solar la humedad, las cloacas tapadas, la falta de atención de salud es la constante que se repite año tras año. La población triplica la capacidad, hay casi 700 presos en comisarías. 1079 personas privadas de la libertad se encuentran en dependencias policiales: Alcaidia mayor, Alcaidia de mujeres, Comisarías: 82% condenados, 18% procesados. En el servicio penitenciario 2534: 39% procesados, 61% condenados. El total de mayores en la provincia que se encuentran encarcelados es de 3.61. En lo que va del 2010 ya se registraron 9 muertes.

Situación en la Alcaidía de mujeres: 35 internas, capacidad sobrepasada, duermen 4 internas por celda , a pesar de la reducida dimensión de las mismas, inodoros tapados, duchas rotas, comida escasa a veces en estado de putrefacción. No se les provee elementos de limpieza ni de aseo personal, la atención de salud es muy deficiente y la mayoría de los casos nula.

Situación en cárceles: El reclamo sobre la actuación de los distintos juzgados de ejecución es una constante, asimismo la justicia provincial actúa cundo actúa de manera lenta y muchos de hechos más graves que han ocurrido se deben a negligencia, demoras injustificadas para resolver pedidos y sentencia, asistencia médica etc. Y luego que ocurren las situaciones más graves, léase lesiones, muertes, golpes, torturas, tampoco actúan con eficiencia y la mayoría de las denuncias por apremios duermen en los cajones, esto se repite con los jóvenes de IRAR donde al pasar al juzgado de instrucción quedan sin investigar.

El tema de salud es una demanda permanente y se suceden cientos de casos de deficiente atención médica, muchos tienen que ver con enfermedades crónicas como HIV y TBC, otras con los post operatorios, que el la cárcel suelen ser dramáticos ya que en los mejores de los casos se les da el alta como si fueran a un lugar con las condiciones mínimas de habitabilidad y en otros se les da el alta anticipadamente por el hecho de ser presos, las rehabilitaciones llevan muchos trámites y en general se hacen demasiado tarde sobre todo las que tienen que ver con traumatología.

El doctor Raúl Bortolozzi que debe intervenir en los casos de HIV concurre muy esporádicamente a las unidades Penitenciarias y hay demasiadas quejas de su accionar. Unidad 3: la enfermería es un lugar frío, sin higiene, con falta de agua, en muchos casos duermen sobre los colchones sin sábana húmedos, luego que hiciéramos reclamos aparecieron las sábanas pero nunca se usan. Es todo precario y en nada se parece a una enfermería, con una pequeña estufita tratan de climatizar el ambiente frío y húmedo, los mismos pacientes deben higienizar el baño que al no tener agua esta siempre sucio. En el pabellón B específicamente aunque es un problema de toda la cárcel, las ratas pasan por sobre la comida, son enormes y están a toda hora entran a las celdas, y además del problema de salud que conlleva es realmente muy triste tener que vivir en esas condiciones. Las celdas que se utilizan en la visita íntima están deterioradas y no tienen las mínimas condiciones de habitabilidad e higiene.

El reclamo se sucede en todas las mesas de dialogo. En Piñero además de tener la problemática común con otras unidades, existe un problema estructural, a pesar de ser una construcción nueva, el hecho se haberse inaugurado anticipadamente , sin personal, el hecho de estar cerca de Rosario pero de difícil acceso, el personal penitenciario considera un castigo trabajar en el lugar, la mayoría de los empleados son del norte de la provincia, y no es casual, que las protestas del personal que hubo últimamente tuvieron origen en Piñero.

Los internos, de todos los pabellones tienen problemas con algunas guardias, en muchos casos son incitados a prender fuego o amotinarse. Tampoco es casual que el haya habido un herido de arma de fuego con bala de plomo en esa unidad. El personal médico fue cuestionado incluso se llegó a sumariar a uno de los médicos por su negligencia. No hay talleres de trabajo para la mayoría, los que hay son muy pocos, el acceso de la población a los lugares de estudio, escuela, biblioteca o informática es difícil y en muchos casos no pueden asistir, esto fue corroborado en la mesa de dialogo por la misma maestra de la unidad.

En el día de ayer un interno de apellido Rivero hizo una denuncia por apremios ilegales en el Juzgado de ejecución penal de Rosario. En Coronda como siempre en la época invernal reclaman colchones, frazadas y ventanas, el frío que hace es insoportable. En la mesa de dialogo se hicieron reclamos en ese sentido que se repiten todos los años y todos los años se dice lo mismo que se hizo una licitación, también se hace difícil el acceso a los lugares trabajo, la escuela, biblioteca o informática.

El espacio de Ciudad Interna se hizo cerrado cuando siempre fue un lugar abierto, quienes trabajan allí deben llamar al guardia hasta para ir al baño. Vimos que el encierro es cada vez mayor, los pasillos de cárcel están desiertos cuando en anteriormente se veía a los internos circulando a los distintos lugares de trabajo o trabajando. El avance de los pabellones evangélicos constituye un verdadero obstáculo para la progresividad de la pena, ya que son los líderes de los pabellones los que deciden a quien dejar entrar o sacar del pabellón.

Asimismo en Coronda se le dio a los evangélicos el pabellón 2 uno de los más grandes en cuanto a capacidad, y los internos que habitaban ese pabellón llamado de conducta fueron distribuidos en otros pabellones perdiendo los derechos que habían adquirido ya que contaban con buena conducta.

En Flores tiene los mismos problemas generales, mas problemas de infraestructura ciertamente graves, lugares sin ventanas, sin las mínimas condiciones de habitabilidad, también se generan demandas que no son atendidas como corresponde. En el verano estuvieron varios días si agua, y hacía mese que se venia reclamando. José Rubén Sánchez sigue con pronóstico reservado en Hospital Cullen de santa, después de tres intervenciones quirúrgicas, tuvo una pelvioperitonitis por negligencia del servicio medico. El interno estaba en el pabellón número 1 de dicha unidad pese a que estuvo dos días a los gritos por el dolor que sufría, el medico, según refieren los internos de dicho pabellón, solo le envió unos comprimidos diciendo que era un cólico. Para ser internado tuvo que haber un reclamo colectivo del pabellón.

La familia hizo una denuncia por abandono de persona. Este no es el único caso, la deficiencia de los servicios de salud de la unidades penitenciarias en la provincia han provocado innumerables reclamos de los presos aún así estos casos se repiten de manera cotidiana, tanto en cárceles como en dependencias policiales.

-Muchas muertes clasificadas como naturales en las estadísticas del servicio penitenciario se deben a la negligencia, la discriminación y la falta de ética profesional de los servicios de salud penitenciarios. Y esto se repite en Alcaidias y comisarías, donde ante la falta de servicios médicos, son derivados a los hospitales públicos donde existe una constate negativa a su atención y más aun a su internación. Violando en este sentido el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física y síquica de las personas privadas de la libertad. Este organismo reitera su constate reclamo para que se de en la realidad un verdadero compromiso del sector salud en la atención de las personas privadas de la libertad, evitando toda discriminación por su situación de encierro.

Las distintas y complejas variables que vienen produciendo estas situaciones son claras violaciones a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad en la provincia. Y hay en ello responsabilidades de los funcionarios políticos y del poder judicial que no controla el cumplimiento de la ley en los lugares de encierro. Por acción u omisión de tres poderes del Estado tenemos que lamentar en la provincia varias muertes e incontables heridos, asi como casos de apremios ilegales. Y tampoco funcionan con eficiencia los organismos de control, la Comision de Seguimiento que creó Erbetta miembro de la Corte, no funciona, la Secretaría de derechos humanos está ausente, lo mismo que otros organismos de control. Debemos señalar la excelente labor de los abogados de oficio de tribunales provinciales. Que se constituyen en lo lugares de detención y actuan rápidamente en las situaciones de conflicto.

Falleció uno de los jóvenes del incendio en la comisaría de General Acha

Agencia Santa Rosa - En la tarde de ayer (13/06/2010) falleció en Santa Rosa Oscar Fabián Berot, el joven de 22 años que se encontraba internado luego de un incendio iniciado en la celda donde se hallaba detenido el domingo en General Acha. El joven fue internado en un primer momento en terapia intensiva del Hospital Padre Buodo pero por la gravedad de su situación el martes tuvo que ser trasladado a la ciudad capital. Berot presentaba importantes quemaduras y tenía fuertemente afectadas las vías respiratorias. Había sido detenido en la madrugada del domingo en la localidad de General Acha junto a otro joven por generar disturbios en el pasaje Payún del barrio 3000 de esa localidad. Al parecer ellos mismos habrían iniciado el incendio de un colchón en la celda en que estaban alojados y resultaron con heridas de diferente consideración. El comisario Eduardo Palau afirmó que tomaron conocimiento del deceso a las 19 horas de ayer. Comentó además que se realizó una autopsia debido a la causa que se abrió por los incidentes en la celda. Finalmente afirmó que si bien hay gente perturbada por la muerte de este joven, en la localidad permanece ‘todo tranquilo‘.

Fuente:http://www.diariolareforma.com.ar/anterior/junio2010/

sábado, 12 de junio de 2010

Una revista realizada desde la cárcel

“La Astilla” , que producen estudiantes secundarios de la Unidad Penitenciaria Nº39 de Ituzaingó, al oeste de la provincia de Buenos Aires, acaba de convertirse en una publicación digital.

La edición número 1 de este nuevo formato, que incluye secciones de opiniones, entrevistas, historietas, reflexiones y noticias, puede visitarse en la dirección web www.educared.org.ar/periodismo/laastilla.

La revista es íntegramente producida, escrita, editada, diseñada e ilustrada por alumnos de la materia Comunicación Comunitaria, del tercer año de la Escuela Media Nº 7 que funciona dentro del establecimiento penitenciario.

En esta publicación se puede encontrar una entrevista a uno de los internos a días de recuperar su libertad, una columna de opinión sobre la Ley de Medios y otra sobre bajar la imputabilidad, donde se preguntan “¿Cómo actuar frente a una sociedad cada vez menos tolerante?”.

También, una historieta, un análisis de los despidos en la ex Terrabusi, la crónica de una maratón de lectura en la escuela y una editorial titulada “¿Para qué nos puede servir hacer nuestra propia revista?”

En la publicación, sus autores explican que el nombre de la revista tiene un doble carácter: “El primero quiere decir la parte que le corresponde a cada uno, en la repartición del botín como al fraccionar un pan. Esa repartición debe ser en teoría equitativa, pero ya desde arriba suele darse muy despareja”.

“El otro carácter es más simbólico, surge como una molestia, esa astilla duele. Esto tiene significado social, la astilla es un grupo excluido y discriminado de clase social baja que el poder político sólo puede reconocer cuando le molesta”, desarrollan.

Los interesados en comunicarse con “La Astilla” pueden escribir a revistalaastilla@gmail.com

jueves, 10 de junio de 2010

fuente: http://www.redeco.com.ar/nv/index.php?option=com_content&task=view&id=3641&Itemid=48

PARA VER LA REVISTA: http://www.educared.org.ar/periodismo/laastilla/

martes, 8 de junio de 2010

La evasión literaria


2010-06-08 - Córdoba -Concurso R.Walsh 10
La evasión literaria
Primer Premio - Alexis Oliva - Periodista free lance.

Benito Riesco es uno de los presos que intentó evadirse en un camión durante el motín del penal de barrio San Martín, en febrero de 2005. Fue golpeado y torturado como represalia y a su condena de dieciocho años de prisión por un homicidio se sumaron otros siete por la tentativa de fuga. En 2008, fue trasladado al Establecimiento Penitenciario N° 2 de Cruz del Eje, que lleva el nombre del rehén que murió en la cabina del camión: “Adjutor Andrés Abregú”. En esa prisión de “máxima seguridad”, Riesco resiste el encierro, el estigma del motín y la lejanía de su familia, gracias a la escultura y la escritura. Ya ha publicado, junto a su mujer, el libro “Del otro lado del espejo” y tiene listas otras dos obras. Su historia es un testimonio de la irracional política penal vigente y el poder liberador del arte y la educación.

(24 de mayo de 2009. 9,30 de la mañana)

Pasan dos avionetas a baja altura. El se para, corre hacia al patio, se hace visera con la mano para mirarlas y grita: “¡Señores pasajeros, a su derecha la cárcel modelo de máxima seguridad de la ciudad de Cruz del Eje!”. Y se ríe.

Benito Riesco se ríe bastante y en forma sorpresiva. Son curiosas y dispares las cosas que le causan gracia: la duda del visitante sobre abrir o no un paquete de biscochos 9 de Oro, el recuerdo del efecto paralizante de un “tratamiento” con pastillas, la hijita de otro interno que patea con pericia una pelota de fútbol...

Pero el sonido de su risa es discreto y no desentona con su personalidad, austera y sobria. Simplemente, resulta curiosa esa facilidad para reír, después de todo lo que ha vivido y lo que le queda por vivir.

Lo que ha vivido es una infancia de pobreza y calle; el haber matado a una persona defendiendo su vida; una condena a dieciocho años de prisión -los mismos que llevaba vividos cuando cometió el homicidio en el año 2000-; el infierno de una revuelta carcelaria que dejó ocho muertos; un desesperado intento de fuga bajo una lluvia de balas; el castigo y el doble estigma de preso y amotinado; la apuesta por un amor del que lo separan rejas, muros y kilómetros, y el desafío de estudiar y crear en un contexto de encierro.

Lo que le queda es resistir los catorce años que lo separan de su libertad, para intentar reconstruir su vida cuando salga en 2024, con cuarenta y dos años de edad.

-¿Por qué escribís?

-Escribo porque quiero dialogar con mi mujer y no puedo, porque estamos lejos. Mi mujer era mi profesora de literatura y empecé a escribir porque quería conquistarla.

-¿De qué habla tu escritura?

-Para escribir, necesito estar tranquilo y pensar con claridad. Si estás mal, te vas de mambo, lo dejás traslucir y una persona inocente se contamina de lo que pensás. Lo que escribo es para que lo lea mi mujer. Ella es mi musa. Y todo lo que genere reflexión me motiva a escribir.

-¿Cómo fue la muerte por la que fuiste condenado?

-Había un pendejo en pedo y un grandote le pegaba. “Qué te pasa, abuso, es un pendejo”, le dije. “Qué saltás vos”, me dijo él, y se fue. Me quería ir, pero mi hermano me hizo quedar para tomar una cerveza con unas minitas. Al rato volvió el otro con varios más. Me dieron una sevillana. Me quise meter a una casa, pero me voltearon y me pateaban en el suelo. Salí corriendo y me pegaron una pedrada en la nuca. Yo estaba desesperado, le di una puñalada a uno y herí a otro. Me escapé y después supe que uno murió. Me habían visto y hubo marchas, hasta que me agarraron. Me condenaron por homicidio y encima robo, porque a uno le faltaba una zapatilla. Fue a dos cuadras de mi casa, en Ameghino Sur. ¿Podés creer? (1)

Con voz clara y ritmo pausado, Riesco lee: “Con el tiempo se rompen, oxidados, carcomidos, los hierros, las cadenas y los fusiles. También se rompe el destino de las metalúrgicas, de los ferrocarriles, de los viejos coches. El metal no dura para siempre. Todo lo que se haga con él no durará eternamente. ¿Se romperán los candados del tiempo? (…) El dos mil nueve correrá como un torrente de agua y nostalgia sobre el arco de mi espalda y veré hacia atrás los instantes abiertos al infinito, como sombra y silencio diluyéndose en el tiempo”.

Son algunos de los párrafos que alimentarán la parte final de una trilogía titulada “Del otro lado del espejo” (iniciada en 2007 con “Desde Bower al motín”, luego “Del motín a la utopía” y por último “Aislados”), escrita en coautoría con Liliana Quinteros Contursi e impresa por Narvaja Editores. Liliana era profesora de un taller de arte y literatura en el penal de Bower. Riesco era uno de sus alumnos.

“Una frase de Pablo Freire dice: ‘Conozco al hombre por el niño que fue’. En Benito yo vi al niño de la calle, que creció comiendo en los basurales -recuerda Liliana-. El me contó que entraba a los bares y comía los restos que quedaban en las mesas, y dormía en el zoológico. Creo que todo es un círculo y de la pobreza vienen la violencia, el alcohol y el abandono”.

-¿Cómo se conocieron?

-Conocí a Benito en el MD1 de Bower, fui su profesora y me asombró su talento, tanto para escribir como para crear y modelar. Su esencia es la de un escultor. Dale cualquier material y él le va a dar forma. Durante un año, fue un alumno como todos. Luego nos enamoramos. Y no fue una pavada, porque hace ocho años que estamos juntos y pasamos por cosas tremendas.

-¿Qué pasó entonces?

-Cuando él pasa a San Martín y lo voy a visitar como su mujer, una mujer policía me reconoce, me denuncia a Bower y me echan. El Sistema Penitenciario discrimina a una mujer -“excelente profesora”, según ellos- porque ama a un preso. A Bower, yo entraba por la puerta principal; y a San Martín, no. Ahí conocí las requisas, las celdas, la falta de higiene, los códigos... No se compara esa vida con la de afuera. Por eso, nunca juzgo lo que pasa adentro. Es otro mundo.

Del calabozo al oratorio (29 de mayo de 2009. 8,45 de la mañana)

Benito Riesco ha sido sancionado y está en el calabozo. De todos modos, autorizan la visita. Pero no será en el salón habitual, sino en un oratorio, en el edificio de Servicios Sociales. Hay que pasar el streep tease y la requisa de rigor, para luego recorrer pasillos y oír el ruido de puertas metálicas que se abren adelante y cierran detrás, hasta una bifurcación donde hay dos carteles: a la derecha, “visita privada”; a la izquierda, “oratorio”. Menos mal que la indicación es lingüística y no iconográfica, porque el contraste sería más brutal.

El oratorio es deprimente. El kitsch católico asalta desde los murales, descascarados por la humedad, donde un Cristo parecido a Bin Laden mira con cara de pocos amigos. La selección de citas bíblicas es elocuente: “Estuve preso y viniste a verme. San Mateo, 25, 36”. “Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido. San Lucas, 15, 6”. “Y Jesús dijo: Aquel que no tenga pecado, que arroje la primera piedra. San Juan, 8, 7”.

-Fui en cana por protestar, porque me robaron la plata en una requisa -explica Riesco-.

-¿No escribís sobre lo que te pasa acá?

-No. Si todo esto me sirviera para inspirarme… Pero sería una agonía ponerse a leer todas esas pelotudeces. Debería hacer otras cosas antes de escribir. Para qué voy a escribir sobre algo que ya todo el mundo sabe y lo acepta. La gente está de acuerdo con lo que ocurre acá.

Pasan guardias, varones y mujeres, y miran hacia el interior del locutorio.

-Che, deben pensar que soy un cura…

-Mejor que piensen que sos cura. Este Jesucristo tiene una cara de malo... ¿Habrá sido así?

-Y... por algo lo crucificaron. No ha de haber sido tan manso...

-¡Ja! Pero el chabón se la aguantó. Pobre Cristo -dice con seriedad-, pensar que hoy es un paradigma de la humanidad. Pero esa mirada no me gusta, está llena de rencor. Aquel parece quebrado. Y este otro más light, más divino. Dicen que Cristo daba la vida por sus discípulos.

-Así es.

-Bien ahí, Cristo.

Sol local, cárcel global (27 de junio de 2009. 8,20 de la mañana)

-¿Cómo andás, Analía?

-Acá andamos... Como vos o como yo... como cualquiera de las que estamos en esto.

El breve diálogo refleja el ánimo con que los familiares ingresan a visitar a los presos. Luego de la recepción y la requisa e inmediatamente después del primer abrazo, hay un momento de tensión, dolor contenido y silencio. Pero pasado un rato, visitantes y visitados se comienzan a abstraer del entorno y poco a poco logran construir una conversación como si estuvieran en casa, o como si esperaran que esté listo el asado a la orilla de un río.

A pesar del frío, hay un sol que invita a pasear por el patio. Una pareja se besa contra el alambrado. Desde un grabador, se oyen Los Redonditos de Ricota: “Ladrón de mi cerebro”. “Acá hay unos cuantos ricoteros”, acota Riesco. Después lee una especie de haiku japonés: “Yo vi una vez una serpiente... / Se perdió rápidamente entre la hierba; / más bien, la perdí yo”.

Y otro: “Me gusta mirar hacia el sol, / y quedar por un instante / sumergido en esa espera... / Luego volteo y camino / por el pasillo oscuro, / sin reconocerlo...”.

-¿Viste? Al encandilarte quedás ciego por unos segundos -explica. Y se ríe…-.

El abogado de derechos humanos Ramiro Fresneda es el actual representante legal de Riesco, quien hasta su traslado a Cruz del Eje había sido defendido por asesores letrados del Estado. Fresneda refiere una anécdota de la primera entrevista, relacionada con el sol cruzdelejeño: “Me sorprendió que Benito consideraba una victoria que lo hubieran puesto en una celda desde la que veía la puesta del sol. Y viendo ese sol y la aureola que suele tener en zonas cálidas, él imaginaba ese lugar desconocido, desde de la libertad de su mundo interior”.

Eso lo llevó a aceptar acompañarlo en la ejecución de su pena, “además de lo jurídico, como una contención”, porque “en una cárcel de alta seguridad el preso está agobiado por el control. Los guardias te dicen que las autoridades no quieren que los árboles crezcan mucho, porque ‘crecen para cualquier lado y no se los puede manejar’”. “Adentro hay alambre electrificado, hierro y cemento, y afuera desierto -describe Fresneda-. Es un no lugar, al que entrás y podrías estar en cualquier lugar del mundo: Estados Unidos, Bagdad o Guantánamo”.

Pedagogía policial (21 de julio de 2009. 8,30 de la mañana)

Hace frío, pero Riesco propone mantener la rutina del mate en la galería. Mientras habla de un posible traslado a Bower, donde podría estudiar una carrera universitaria, se oye una grabación de Aurora: “Alta en el cielo...”. “Se creen que están en una escuela”, ironiza.

-¿Cómo fue tu historia escolar?

-Me iba a la calle de muy chico y dejaba la escuela. Repetí segundo y cuarto grado y no fui más. Me anoté a los quince años en un nocturno de un año, pero fui como tres años y me dieron el certificado para que no vaya más. Ya en la cárcel, hice el secundario, promoción 2006.

-¿También hiciste en el penal de San Martín un taller de filosofía con Magdalena Brocca y Alejo González? (2)

-No… ¡Con Alejo Paredes hice un taller de filosofía en San Martín!

-¡Ja! ¿El jefe de policía?

-Ah… sí. ¿Por qué se me habrá quedado grabado ese nombre? -añade con picardía-.

(En febrero de 2005, al momento del motín, Paredes era jefe del Eter, fuerza de elite de la policía que actuó en la recuperación del penal. En agosto, fue ascendido, por decreto del gobernador José Manuel de la Sota, de comisario inspector a mayor, junto a otros 36 policías y 35 agentes penitenciarios, por “mérito extraordinario fundado en acto destacado de servicio”).

La herida abierta (10 de febrero de 2005)

La cruenta rebelión del penal de Barrio San Martín es un punto de inflexión en la vida de Benito Riesco. Aquel 10 de febrero de 2005, todo comenzó con un conflicto durante el horario de visitas, alrededor de las 16 horas, que derivó en una pelea aprovechada por algunos presos para despojar de sus armas a los guardias y adueñarse de gran parte del penal, habitado por mil ochocientas personas y custodiado por poco más de cincuenta.

Armados con fusiles, ametralladoras y pistolas sacadas de la sala de armas, tomaron numerosos rehenes (entre ellos, el director y el vice) y ganaron el techo de la cárcel, desde donde amenazaban con arrojar a sus cautivos.

En medio de la confusión, cerca de las 20 horas, veintinueve presos intentaron fugarse en un camión del Servicio Penitenciario. Embistieron el portón que da a la calle Paso de Uspallata, llevando en la cabina a un oficial penitenciario como escudo humano y con el apoyo de otros amotinados que disparaban desde el techo.

La lluvia de balas con que fueron reprimidos segó la vida del guardia Andrés Abregú y los internos Cristian Alberto Rogido, Víctor Alejandro Bazán, Daniel Roberto Alvarez y Walter Ramón Romero. A la lista de ocho víctimas fatales se sumarían el policía Roberto Cogote, el empleado penitenciario Pablo Ferreira y el preso Juan Gabriel Rivarola.

El gobernador De la Sota dijo entonces que los condenados a cadena perpetua sólo podían salir del penal “con los pies para adelante, cuando Dios se los lleve de este mundo” y ordenó evitar “de cualquier modo” la fuga, para luego afirmar que los derechos humanos eran “sólo para la gente honesta”. (3)

“La única garantía que yo tenía de que no nos iban a tirar, eran los medios de comunicación. Pero fue una balacera tremenda. Yo sólo puse en peligro mi vida, no la vida de terceros. A nadie le dije que se suba al camión. Si es por querer irme, sí, todos los días tengo ganas de irme”, confiesa Riesco.

En el juicio llamado “Motín II”, Riesco fue condenado junto a otros veintiún reclusos, el 5 de diciembre de 2007, a otros siete años de prisión, por tentativa de robo calificado y de evasión, lo que en su caso conformó una pena unificada de diecinueve años. (4)

Durante ese proceso, varios internos atestiguaron el salvaje castigo sufrido luego de que los bajaran del camión y los llevaran en móviles del Eter y el CAP a la ex cárcel de Encausados (incluso un preso declaró haber sido víctima de violación).

Pero mucho antes, el 18 de abril de 2005 -apenas se rompió el aislamiento de los castigados-, el director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, Luis Miguel Baronetto, había denunciado, basándose en los relatos manuscritos de los presos y de Celia Barrera -madre de Riesco- y Liliana Quinteros -su mujer-, las torturas, golpizas y vejámenes a que fueron sometidos los que intentaron evadirse.

En los testimonios puede leerse que al llegar a la ex Encausados los hicieron desnudar y tirarse al piso, les arrojaron lavandina, creolina y orín, les rociaron los ojos con aerosol para que no vieran a sus agresores, los golpearon con bastones y les caminaron por encima de sus cuerpos, mientras los obligaban a gritar: “Viva la policía”. En dos relatos, figura que un preso fue obligado a punta de pistola a practicarle sexo oral a un policía. Siete de los nueve escritos están firmados y varios mencionan el temor a posibles represalias. (5)

En el último movimiento que registra esta causa, el fiscal Eugenio Pérez Moreno solicitó en octubre de 2009 la elevación a juicio del comisario Fernando Gregorio Gil, el oficial principal Juan Alberto Mamani y la oficial subinspectora Miriam Adriana Guevara, acusados de “severidades agravadas”.

“Severidades… una curiosa figura para describir lo que pasó -dice Baronetto-. Pero lógicamente, la ferocidad de las torturas se explica por ese paraguas conceptual de De la Sota: ‘Los derechos humanos son para los decentes’. Las fuerzas de represión contaron con ese aval explícito para la respuesta sobredimensionada que tuvieron los hechos, porque no hacía falta una represión de esa envergadura y menos con los supuestos fugados ya detenidos”.

En “Del otro lado del espejo”, hay un pasaje donde aflora la memoria del motín: “El pasillo acechando, el aire falta, leve, los corazones estériles, oportunistas, ansiosos, van pariendo crueldad, envidia, venganza. El pabellón se hostiliza y la cárcel devora los últimos vestigios de compasión y verdad. El alma se suicida y crece la anarquía. El delito convoca, las miradas sangran, despiadadas”.

El costoso abrazo navideño (25 de diciembre de 2009)

Navidad en la cárcel de Cruz del Eje. El clima está piadosamente fresco y la Cuenca del Sol presenta un cielo que promete lluvia.

En los largos corredores alambrados, los familiares que entran con bolsas de arpillera se cruzan con los guardias que salen con bolsas de papel madera de las que asoman picos de botellas de sidra. Antes de ingresar a los salones de visita, el Servicio Penitenciario regala un juguete y toma una foto a los “menores” acompañados por sus madres.

En el salón y la galería están los que vienen siempre, madres, padres, esposas, novias y hermanos incondicionales que para viajar desde Córdoba a visitarlos debieron despertarse a mitad de la noche y gastarán alrededor de 150 pesos por persona. Algunos niños desafían la llovizna y pelotean en el patio.

Benito Riesco busca entre sus papeles y encuentra algo apropiado para la fecha: “Los niños son como el sol: cuando llega la noche nadie los ve. A excepción de aquellos que viven en las calles, esos son estrellas”.

Cinco años después (21 de febrero de 2010. 9,14 de la mañana)

Una mujer se instala con su hijo en una mesa y saca de la bolsa una coca cola de dos litros, sándwiches y un rosario de madera. El chico, de unos 20 años, arregla un reloj pulsera con paciencia y minuciosidad de profesional, quizás como una forma de apropiarse del tiempo.

En la cárcel, el tiempo es obsesión de la mente y tabú del discurso. Pero Riesco lee: “La edad del tiempo, la consagración del mañana, el reloj, la birome, los muros del silencio… Hoy, el papel limpio, la vigilia de los muertos, la totalidad lamiendo mi carne seca. El vaso lleno de agua, el cigarro, la oscuridad… Y vos detrás de la violencia, detrás de lo apacible, detrás del amor, detrás del tiempo…”.

Levanta la vista y señala una juanita que se desliza rauda entre el piso y la pared. “Son presas también. Hasta en la última cárcel del mundo hay juanitas”, dice con aire de veterano. Y lo es. Tiene sólo veintiocho años, pero ha pasado ya nueve en la cárcel. Nunca le hicieron un comentario sobre su escritura, ni en el Servicio Penitenciario, ni los jueces del motín.

-¿No te llama la atención?

-No. De hecho, vos sos periodista y sabés que la escritura no está bien vista. No me van a estimular a escribir. Para nada. Pero lo hacen sin querer.

El que sí lo alienta, publicando sus textos en su revista o sacándolo al aire en su programa de radio “El club de la pluma” -en FM 103.1 Radio Carlos Paz-, es el periodista Norberto Ganci: “Benito comenzó a participar llamando, cuando contaba con dinero y turno para el teléfono. Apenas se comunicaba, salía al aire. Era nuestra forma de prestarle simbólicas alas de libertad. Casi sin darse cuenta, él ha aceptado un desafío: a pesar de los muros, andar por la vida dando su esencia. La sociedad hipócrita se cree con autoridad para juzgar a los demás, sin importar su historia. Y Benito representa un cachetazo a esa hipocresía”.

Un hombre se acerca, estrecha con calidez la mano de Riesco y le cuenta que está preocupado, porque su hijo “es pendejo y le gustan todas”. “Te lo encargo”, le dice.

-Te tratan como a un veterano…

-Sí… Pero no me hace mucha gracia.

Hay un silencio largo e incómodo, que rompe para recordar que en la sala de guardia hay una lista, donde figuran los “implicados en el motín de barrio San Martín”. “Cuando hay murmullos de que puede pasar algo, ahí nomás te separan”, cuenta.

-Hace unos días se cumplieron cinco años del motín. ¿Te acordaste?

-Sí, tampoco pienso en eso. Puede pasar diez veces más y yo voy a seguir haciendo años acá.

Otro silencio que dura hasta que saca un cuaderno con su último libro -“Aislados”- ya editado y corregido por su mujer, que se lo ha enviado para que él le dé el visto bueno final.

En las primeras páginas, hay dedicatorias explícitas: “Dedico este libro a las familias de los guardias, del policía y de los presos muertos. Quien manda a hacer un genocidio, aunque la matanza no se complete, sigue siendo un genocida… Uno de esos fascistas amargos y temerosos que a la primera oportunidad de descargar su odio, no vacilan. De la Sota no dudó. (…) Dedico este libro a aquellos que subidos al camión de la tragedia se encontraron con la muerte, especialmente al que lo manejaba a través de la furia de las balas y murió intentando liberarnos. Lo dedico a los guardias y al funcionario público muertos en esta tragedia que nunca dejará de ser una herida abierta en mi vida y en Córdoba”.

Y más adelante, en una evocación del penal de San Martín, hay homenajes implícitos: “Las celdas de aislamiento, los pabellones más severos, serán siempre los mismos, donde aún perdura el espectro, el dolor de los prisioneros políticos. (…) Las paredes tienen manchas, escrituras, fechas, recortes, humedad, deseos… La celda tiene historia. Aquí han amado y padecido el dolor más intenso. Desde este sitio escribo y me alejo, escribo y te busco, arrojándome al abismo de las palabras”.

Epílogo provisorio (y promisorio) (22 de mayo de 2010)

Benito Riesco ha regresado a la misma cárcel y pabellón donde vivía cuando todo estalló. De la aséptica prisión cruzdelejeña de cemento y metal, ha vuelto a los vetustos ladrillos del penal de San Martín.

En vísperas del Bicentenario de Mayo de 1810, la prisión del siglo XIX aparece circundada por una veintena de impecables banderas celestes y blancas, mientras en el techo que aquel fatídico día mostraba a presos enfurecidos y rehenes aterrorizados, hoy crece una anárquica población de ese yuyo libertario que se llama palán palán.

El abogado Fresneda está satisfecho por el traslado. Uno de sus fundamentos “es el desarraigo: el preso tiene derecho a estar cerca de sus seres queridos, que son los que lo pueden ayudar, porque como funciona el sistema carcelario hay un abismo entre la ley y la práctica, cercana al castigo y el aislamiento”. Además, destaca que “en la cárcel de Cruz del Eje las alternativas para estudiar son muy limitadas en cuanto al nivel terciario o universitario. El quiere hacer una carrera humanística y se vulnera su derecho humano a la educación”.

Hoy, Riesco se niega a hablar del futuro mediato y la vida exterior. Su expectativa está enfocada en una meta que parece conformista: “Estar varios años tranquilo acá en esta celda y organizar mi vida”. Y explica por qué no es poca cosa: “Acá no te sentís tan aprisionado por una fuerza superior. En Cruz del Eje y Bower hay mucha presencia policial y sentís una voluntad invulnerable en contra tuyo. Te rotan todo el tiempo y ponés tu personalidad a resguardo, porque te cruzan con gente que no conocés. Y perdés voluntad y constancia”.

“El futuro vendrá solo -concluye-. Lo único que extraño de la calle es lo que uno quiere. Hay gente, qué se yo, poetas como Pablo Neruda, que se enamoran de los lugares. Yo nunca me enamoré de un lugar. No es esa mi condición”.

Se entiende, porque la calle ha signado la vida de Benito Riesco. En la calle sobrevivía cuando era niño; en la calle mató para que no lo maten; a la calle intentó llegar bajo una balacera durante el motín. Hoy, la calle es un sueño negado que espera mientras mata el tiempo modelando palabras y figuras de arcilla. Hoy, aquel niño que dormía en el zoológico es un joven que sobrevive en un zoológico humano, mientras se empeña en ser el hombre que un día vuelva a poner los pies en la calle y la mirada en un horizonte de esperanza.

Notas:
(1) El relato coincide con lo que figura en los fundamentos de la sentencia N° 38, por la cual la Cámara Cuarta del Crimen condenó del 25 de octubre de 2001 a Benito Riesco a la pena de dieciocho años de prisión por los delitos de homicidio simple, tentativa de homicidio simple, lesiones leves y robo calificado en concurso real.
(2) En el libro “Marcas en el tiempo – La filosofía como ejercicio de la autonomía”, editado por Magdalena Brocca y Alejo González (Narvaja Editor, agosto de 2007), se publican los trabajos producidos en el taller realizado en 2005 en el penal de San Martín, entre los que figuran varios textos de Benito Riesco.
(3) Declaraciones de José Manuel de la Sota a radio Cadena 3, el 12 de febrero de 2005.
(4) La Cámara en lo Criminal de Séptima Nominación, integrada por Víctor Vélez, Carlos Ruiz y Alberto Crucella, atribuyó a Víctor Javier Luna -único sobreviviente de los cinco que iban en la cabina con el rehén Andrés Abregú- la privación ilegítima de la libertad agravada por la muerte de la víctima, cargo que se sumó a la tentativa de evasión y de robo calificado. Fue sentenciado a diecisiete años de prisión, unificándose en dieciocho con su condena anterior.
(5) La ficha 924 del archivo de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba incluye los testimonios manuscritos de los presos Diego Martín Vasualdo, Pablo Ledesma, Martín Claudio Márquez, Mauricio Caro, Benito Riesco, Claudio Luciano Cornejo, Daniel A. Tabares, H. H. C. y Catriel, un texto colectivo, la presentación de Celia Barrera y Liliana Quinteros, la denuncia de Luis Baronetto ante la Fiscalía y las notas enviadas a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a la Defensoría del Pueblo de Córdoba y a los bloques de la Legislatura.

Fuente: www.prensared.com.ar