miércoles, 30 de junio de 2010

En Córdoba 2352 personas están privadas de libertad sin condena

Representan el 54% de la actual población carcelaria provincial que supera los 5.000 presos. "Esto es indicativo de la morosidad que sufre la justicia", afirma la diputada nacional Griselda Baldata, quien como presidenta de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara Baja, está recorriendo las cárceles de Córdoba y de otros distritos del país.
Fuente:
Sosperiodista. http://www.sosperiodista.com.ar/Cordoba/En-Cordoba-2352-personas-estan-privadas-de-libertad-sin-condena

La diputada nacional por Córdoba, Griselda Baldada, le reclamó esta semana al Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que de “prioridad de ejecución” a la construcción de nuevos complejos carcelarios que reemplacen a la vieja Cárcel de Río Cuarto y el Penal de San Martín en Córdoba Capital. El argumento de la legisladora –expuesto en un comunicado enviado a los medios- es que con las actuales condiciones edilicias de los penales mencionados “es imposible cumplir adecuadamente con las mínimas condiciones necesarias para rehabilitar al recluso, e incluso garantizar las condiciones laborales mínimas del personal que cumple funciones en ellas”.

Como presidenta de la comisión de Seguridad Interior de la Cámara Baja, Baldata está recorriendo las cárceles de Córdoba y otros distritos para aportar elementos a la renovación de las unidades. En virtud de este reclamo, desde Sosperiodista le pedimos a la diputada que precisara un poco más su denuncia acerca de las mínimas condiciones edilicias existentes en los penales y, en ese marco, habló de las condiciones de hacinamiento y reveló que más de la mitad de los 5162 reclusos que existen en Córdoba están privados de su libertad sin haber sufrido una condena.

En Río Cuarto

“En el parte de prensa, yo manifesté –señaló Baldata en un mail enviado personalmente a este sitio- que el penal de San Martín y la Cárcel de Río Cuarto no contaban con las condiciones mínimas de salubridad, seguridad, humanidad, etc. Son las dos cárceles cuyas construcciones datan del siglo 19. Ediliciamente no cumplen hoy con las exigencias de los preceptos constitucionales, y mucho menos con las expectativas de poder alojar a reclusos que el día de mañana, ya en libertad, puedan insertarse adecuadamente a la sociedad”.

Comparó que “cuando en el año l997 visité por primera vez la Cárcel de Río Cuarto, había 170 (aproximadamente) reclusos en ella; hoy hay 369 en el mismo edificio. En aquel entonces había 6 mujeres privadas de su libertad, cuando hay 12, de las cuales sólo, 2 tienen condena. Saquen sus propias conclusiones”, dijo la legisladora, invitando a pensar sobre la realidad de estos números. No obstante, dijo reconocer “que a pesar de las condiciones edilicias y falta de espacio para cumplir con las actividades interdisciplinarias, he visto un personal técnico-profesional preocupado y con mucho trabajo con el afuera. Tienen convenios con el Instituto Cervantes, la UNRC, y otras instituciones educativas y sociales con las cuales se vinculan mucho. Asistí a una clase con 30 reclusos aproximadamente de dibujo con personal del Instituto Cervantes”. Igualmente agregó que “la situación en cada pabellón en estos lugares es dura que la misma privación de la libertad”.

Pobres y presos

Apuntó como una obviedad que “la enorme mayoría de los reclusos en cualquiera de las cárceles proviene de los sectores más vulnerables de la sociedad. En otras palabras, los ricos no están en las cárceles, salvo Menendez, y ahora Videla, que están en Bower”. En este sentido puso como ejemplo que de los 369 reclusos de Río Cuarto sólo 6 o 7 provienen de los sectores medios o acomodados de la sociedad. Como consuelo dijo que esta realidad no sólo se observa en Córdoba y en Argentina sino que “es común a la gran mayoría de los países en el mundo”. Agregó que “la reincidencia también es alta”, lo que “demuestra las fallas del sistema, y lo utópico del precepto constitucional”.

Sin condena

La otra cuestión –continuó Baldada- es la enorme cantidad de personas privadas de libertad en condición de procesados, es decir, esperando juicio. Según reveló, alcanza a más del 50%. “Por ejemplo, en toda la provincia de Córdoba, hay 5.162 personas privadas de libertad (en todos las cárceles de la provincia). De ese número, 2.810 son procesados (54%), mientras que 2.352 son condenados (46%)”. “Es un dato no menor”, reflexionó la legisladora, porque “nos indica que hay morosidad por parte de la justicia en resolver los procesos. Seguro será falta de tribunales, jueces, empleados, edificios, etc, es decir presupuesto, recursos y agilidad del sistema”.

Puntualizó además que “en la provincia hay 400 personas privadas de libertad por delitos federales. Aquí no hay cárceles federales –ilustró. Creo que la Nación debe a la provincia por ellos desde hace mucho tiempo. Es decir, no ponen dinero por tener alojados presos federales”.
Destacó que “los complejos carcelarios de Bower y Cruz del Eje, son modelos y fueron construidos con celdas individuales, con un nuevo paradigma, es decir para alojar a una persona en cada una de ella”, pero advirtió que apenas se inauguraron “ya habían colocado dos personas por celda”. “Esto nos indica el crecimiento poblacional carcelario. Imaginen si no habrá entonces hacinamiento en Río Cuarto o en el penal San Martín. Entendiendo por hacinamiento que hay mas personas por metro cuadrados que lo recomendable en un lugar de encierro”, concluyó.

30/6/10

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