jueves, 2 de agosto de 2012
Un batallón y la mentira mediática
(AW) En los últimos días se han vivido en los medios televisivos y radiales distintas manipulaciones mediáticas que no dejan ver algunas cuestiones cotidianas de la realidad carcelaria. La manipulación se ha manifestado en algunos de los medios del grupo Clarín poniendo en tela de juicio el derecho adquirido de lxs privadxs de su libertad a participar de actividades culturales y políticas fuera de las instituciones de encierro. Asimismo desde el bunker masivo kirchnerista, el programa de Canal 7, "6,7,8" y en diferentes apariciones en diversos medios los operados políticos del actual gobierno, han publicado una batería de mentiras para salvaguardar su accionar punteril. En este pequeño artículo trataremos de poner cierta claridad a cuestiones que, desde nuestro punto de vista, sacan del eje central las discusiones sobre el futuro de las instituciones carcelarias en nuestro país.
(Buenos Aires, 1 de agosto de 2012. CxL para Agencia Walsh)
Las cárceles kirchneristas
Desde que Nestor Kirchner asumió la presidencia de la Nación al día de hoy se han duplicado lxs presxs sociales y políticxs en la Argentina. Hoy existen más de 65 mil presxs en nuestras cárceles. Además, no solo no ha cambiado la política del Servicio Penitenciario Federal (SPF), sino que se han denunciado decenas de casos en este medio, como en tantos otros medios populares, que nos demuestran que la raíz ideológica de esta institución continúa siendo la misma de siempre. Las organizaciones políticas y de DDHH y las personas que ingresamos a participar de talleres o para dar clases a las diferentes dependencias del SPF reconocemos que esto es así y que lo único que ha cambiado el Gobierno Nacional es la política de disputas por los cargos dentro del mismo servicio. A través de su principal alfil en la provincia de Buenos Aires, el Lic. Mariotto, se recorren las cárceles bonaerenses tratando de ensuciar la labor del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) como maniobra para endulzar la labor del actual Jefe del SPF, Dr. Hortel y denunciar las atrocidades permitidas por el Gobernador Scioli y su Ministerio de Justicia. No hay que desconocer que en sus discursos, así como lo hizo en el día de la fecha en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, Hortel muestra palabras de un militante político y de los DDHH, pero en la práctica se esclarece que su interés por la "reinserción" se detiene ante la posibilidad de enaltecer labores de sus organizaciones "amigas".
Las estructuras mediatizadas
No asombra que, en este contexto político donde los intereses económicos del Gobierno Nacional y de los grandes grupos empresariales se confrontan encarnizadamente, se nos muestren operaciones mediáticas como las que hemos visto en los últimos días en diferentes medios. Desde hacer creer que los presxs no tiene derecho a salir en actividades políticas y culturales y que las mismas se hacen sin órdenes judiciales por parte del diario Clarín y la señal de cable TN principalmente, como así querer ocultar deliberadamente en el programa 6,7,8 que las fugas del penal de Ezeiza no tienen relación ni cuentan con la connivencia del SPF son burdas mentiras a la que apelan los operadores baratos escudándose en la supuesta ingenuidad del público. No se puede tratar de hacer creer que las fugas de los penales en la Argentina son cosa de todos los días ni mentir descaradamente y decir que todo un complejo carcelario que está bajo el control del SPF depende del Servicio bonaerense. Tergiversar la información es operar mediáticamente y se hace casi continuamente, en todos los medios masivos de comunicación, con el objetivo final de desacreditar los intereses de unos y enaltecer los de otros. Eso es ya harto sabido en nuestra sociedad. Así se construye una imagen de las cárceles mediatizada que pocas veces está acorde a lo que realmente ocurre.
Los derechos en las cárceles
También es claro que utilizar argumentos sobre la pertenencia política de lxs presxs para desconocer su derecho a participar de la vida política y social de nuestro país es parte de la operación antes mencionada. Los sectores políticos más reaccionarios, tratan de utilizar la supuesta ingenuidad social, buscan argumentos para disputar el poder sin tener inserción social real. Es claro que ningún objetivo "resocializador" se completa dentro de las cárceles, pero es aún más evidente que si se niega a estas personas de su derecho de pensar políticamente no hay más destino que morir en estas instituciones de encierro. Ninguna persona encerrada puede, desde nuestra óptica, dejar de ser considerado como un sujeto político ya que lo primero que se hace con ellxs es despojarles de sus derechos civiles. Esta claro que, mínimamente, lo primero tiene que volver a reconocer son esos derechos para que su futuro no sea volver a delinquir y volver al encierro.
En estos días nos queda claro también que sectores políticos afines al Gobierno han hecho todo lo posible por ocultar una situación que todo aquel que ha visitado cualquier penal argentino considera una verdad de Perogrullo: El Gobierno a través del actual Jefe del Servicio Penitenciario Federal intenta lavar la cara de gestiones anteriores. No debemos olvidar que a Alejandro Marambio también fue designado por este Poder Ejecutivo y que fue capaz de "desviar" fondos por 800 mil pesos, por ejemplo (ver http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=3353:alevoso-rodo-de-altos-jefes-del-servicio-penitenciario-federal&catid=72:pll&Itemid=114)
El lavaje de cara de la gestión se hace a través de un cambio enorme en la política de fondos públicos para las cárceles que, en los últimos meses, aparece gestionado por el Vatayón Militante, organización que comanda y gestiona el mismísimo Jefe del SPF. Esta agrupación política se muestra como la única organización que gestiona la "reinserción social" desconociendo que las actividades culturales, políticas y de DDHH tienen más de dos décadas de existencia en nuestro país.
El caso Vázquez
El ex baterista de la banda de rock Callejeros y aparente femicida de Wanda Taddei, aun sin ser condenado y con dos meses de cárcel, ha sido "sacado" por el Vatayón Militante en repetidas oportunidades. Esto no sería algo a tomar en cuenta si no supiera la sociedad que cualquier otro preso o presa que quiera participar de cualquier actividad fuera de su celda de castigo debe cumplir con un tiempo de buena conducta, con su condena firme, con grados a veces inimaginables de obsecuencia para con el sistema carcelario y sus burocracia. Es así que es lógico que todxs nos preguntemos por qué Vazquez sale y otros miles de presxs no. Eso no se sabe claramente pero es algo que el SPF y el Gobierno deberían explicar antes de volver a mencionar las operaciones mediáticas ya públicamente reconocidas.
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