jueves, 29 de diciembre de 2011

Proyectos de libertad. Cultura, creatividad y prisión

Programa de TV sobre el Taller Dos Conjuros que funciona dentro del penal para varones de San Martín de la ciudad de Córdoba.

Proyectos de libertad | Bloque 01 | Entramados

Ver video: http://vimeo.com/33158769


Proyectos de libertad | Bloque 02 | Entramados
by Holistica comunicaciones

Ver video: http://vimeo.com/33177378

viernes, 23 de diciembre de 2011

UN CUENTO DE NAVIDAD

María y el milagro del Nazareno
(A todas las compañeras en situación de cárcel)

(AW) "María jamás había estado, de ese modo, con una mujer. En la vida lo había imaginado y nunca se había figurado que ‘una mina', más precisamente Vanesa, la llevaría a tales intensidades en la celda 16, (pabellón 28, sector 7), de la Cárcel de Mujeres de Villa Sañamás. Allí, sus sensualidades se amarraban sin necesidad de acariciarse o siquiera cambiar miradas. Bastaba presentirse. Y, luego a espaldas de los "cobanis" y las "bichas", ellas mezclaban aromas, talentos y rocíos de hembra en las sombras sinuosas de la prisión.". Así comienza este texto de ficción, de Oscar Castelnovo, que recoge certeros trazos de la vida, las fantasías, las derrotas, los vínculos, el placer, la resistencia a la destrucción de la subjetividad y hasta sorprendentes milagros que alborotan escenarios inmutables y designios blindados en una noche de Navidad..

María jamás había estado, de ese modo, con una mujer. En la vida lo había imaginado y nunca se había figurado que “una mina”[1], más precisamente Vanesa, la llevaría a tales intensidades en la celda 16, (pabellón 28, sector 7), de la Cárcel de Mujeres de Villa Sañamás. Allí, sus sensualidades se amarraban sin necesidad de acariciarse o siquiera cambiar miradas. Bastaba presentirse. Y, luego a espaldas de los “cobanis”[2] y las “bichas”[3], ellas mezclaban aromas, talentos y rocíos de hembra en las sombras sinuosas de la prisión. Esta Noche Buena y la Navidad estarían solas en la celda, aunque bien pertrechadas de “pajarito”, ese alcohol tumbero[4] que habían elaborado juntas, un poco de marihuana y una piedra de “merca”[5]. Porque María lo había dicho: no iría al festejo colectivo en el espacio común que da a la cocina. Ella iba a recurrir a cualquier medio para atravesar el tormento de no estar en Navidad con su pequeño hijo, el Nazareno, a quien no dejaban ver y por cuya defensa los jueces la habían condenado a cadena perpetua.
-“Si no vas al festejo, me quedo con vos: Sola no te dejo”, le dijo Vanesa.
En los últimos meses tres chicas se habían matado, y aunque María no tenía esas ideas, Vanesa –presa con experiencia si las había-, repetía filosa: “en la Argentina, el Servicio Penitenciario es la gran entidad de ayuda al suicida”.
La Navidad, su inminencia y su paso, reúnen los momentos más fuertes en cualquier cárcel de América Latina. Es allí donde se fantasean, febrilmente, libertades que abrigan reencuentros en las calles, los bares y las camas, estrujones de los que no se empardan y ternuras que el mal tiempo rezagó. Sucede también que quienes habitan esos grises mugrientos sienten su alma abatida por los lazos rotos, abandonos “imposibles” y sueños desbaratados a garroterapia y humillación. Pero la Navidad, en Villa Sañamás, puede ser también escenario de descontroles coloridos, comida rica compartida por todo el rancho[6]; coquetos manteles de ocasión, bailes cada vez más lascivos según avanzan las horas y alegrías que dan las sustancias y los vegetales virtuosos, agitando el alma y la intención.
María recordaba las manos de Vanesa de aquel primer día. Cómo se aferró a ellas al llegar a Villa Sañamás. Vane era la “capa[7]” o “poronga[8]” del pabellón y ante los vistazos lujuriosos, ladró:
-“Si alguna se le acerca la mato”. La faca[9] le asomaba por la cintura aunque no hizo ostentación. María temblaba, le castañaban los dientes y sintió el abrazo cómo si su propia madre la estrechara.
-“Tranquila, mientras esté yo, nada te va a pasar”, le dijo Vane.
Y ella solo le soltaba una de las manos para tomar mate tras mate. Las chicas, que respetaban y temían a la “capa”, fueron a saludar y ofrecieron jabón, rimel, algodón y bizcochos de grasa. Porque cuando la policía te tira a un pabellón no te da “na de na”, le dijo una vieja andaluza.
-“Vas a dormir acá -ordenó Vane y señaló la celda contigua-, hoy me quedo con vos”. Y así fue. Vanesa la abrazó hasta que se quedaron dormidas. Ese afecto y ese amparo marcarían su relación en los días por venir, en los que no faltaron un taller de cómo “caminar” la cárcel -“in situ”- ni las lecturas conjuntas del escritor brasileño Jorge Amado, a quien la Vane amaba con fanatismo. Aunque, claro, también desarrollaron otro tipo de lazos. Nada pasó en tal sentido esa noche, pero en sueños María clamó por el Nazareno hasta el amanecer.
El padre del Nazareno había muerto tiroteándose con los “ratis”[10]. Unos años después María se juntó con el Alberto, quien quería “más a la frula que mi viejita”, según él mismo narraba. Era ebrio perseverante, de alcohol pendenciero y sabía fajarla duro. Después, la obligaba a curtir[11], y a María le fue creciendo el asco un tanto más que el rencor.
En ocasiones, el efecto de la “merca” dejaba el miembro del Alberto “como frenada e’ gusano”, así lo refería él mismo cagándose de risa, y entonces la obligaba a hacerlo con la boca. Le gustaba aspirar mientras María, trabajosamente, despertaba al “gusano” que se debatía entre la expansión y el ocultamiento. Ella, cada vez lo hacía más rápido y eficaz, para que el Alberto se durmiera de una vez y se dejara de joder. El peligro venía cuando ella decía que no.
“No te pongas así, dale, che, -dijo Vanesa-, si seguís llorando, cuando salgas no vas a existir. El Nazareno te necesita entera. Prometeme que hoy te la vas a bancar[12], tomá un poco más”.
-Está bien, pero no te prometo nada, ¿no ves que no puedo?, contestó María.
-Te estoy pidiendo un esfuerzo, dejá de masoquearte. Tomá que está rebueno el “pajarito”, dale che, vamos a ponernos bien en pedo[13], insistió Vanesa.
-Dame más, haceme una línea, dame una seca[14], rogó María.
La cárcel de Villa Sañamás está ubicada en una zona semi rural rodeada de soledad y descampado. Afuera de ella, en la ciudad, ya tronaban los cohetes y cada quien sabía que a las doce en punto tendría un regalo para abrir, con la sola excepción de los que habían quedado fuera de toda repartija, y esos sí que no recibían na de na. Pero algunos, luego de las campanadas, salían a buscar lo suyo; porque no era justo que cuando el Hijo de Dios naciera, los panes y los peces, el tinto y la birra[15], los soslayasen con la misma insolencia con que el viento burla las alambradas que cercan los campos.
Tras la alambrada perimetral sólo la celda 16 permanecía ocupada, las otras compañeras ya festejaban en el espacio común.
-Sacate la remera, pidio Vanesa. El “faso”[16] ya había zarandeado los sentidos y las pieles se inquietaban al solo roce. Porque a tocar, lo que se dice a tocar, la Vane todavía no había empezado. Su modo era toda sutileza y principiaba, quizá, con una respiración cercana. Le insinuó un beso pero cuando María ya lo sintió en los labios, corrió los suyos al instante. Y otra vez. Y otra. Ese juego le preanunciaba a María que dentro suyo crecería lo que, en buen romance, se llama una flor de calentura. Porque hay que decirlo, ninguno, ni uno solo, de los hombres con que los que había estado la habían llevado tan alto, ni fueron capaces de una previa tan prodigiosa y ni qué hablar a la hora de abocarse a la “chucha de rechupete” (así se lo susurraba Vane). Porque a tantos años vista resultaron todos unos torpes aprendices de la maestra. Y ahora sí, Vane juntó con suavidad los cuatro pezones y María sintió que una descarga galopaba en su sangre. Aunque tuvo un arrebato de arrancarse la tanga, sabía que debía esperar, que de eso se encargaría Vanesa después de largos minutos, luego de andarla con su aliento conquistador de inesperados “puntos G”, por caso detrás de las rodillas o debajo de la nuca, o en tantos otros sitios donde los machos cabríos no exploran por urgencia, impericia o desinterés alevoso.
“Alevosía”, “agravado por el vínculo”, “perpetua”. Ese tipo de palabras leyó el secretario del juzgado ante los jueces impávidos. Pero ella sólo recordaba el momento en que después de recibir tremenda paliza, agarró el cuchillo de cocina y le gritó al Alberto que ¡no! Luego se tiró un colchón en el piso, dejándole la cama él, quien a “milonga” y vino avivaba su malogrado ritmo.
Vanesa ya estaba en ritmo. Ya había empapado los muslos de María y, sin quitarle la tanga, le humedeció el arbusto y le imprimió figuras irrepetibles enlazadas con su pincel hacia el oeste. María se retorció y la acercó.
Ella se acercó a la piecita luego de brincar del colchón del piso, con el cuchillo en la diestra, porque el llanto de Nazareno la despertó. Cuando vio que el Alberto lo golpeaba y lo mantenía desnudo debajo de él, gritó: ¡Hijo de mil puta! y el metal rompió sin esfuerzos la piel, bajó entre los pulmones y penetró el corazón de un impulso. El Alberto quedó seco al instante. Ella se llevó al Nazareno al baño, lo revisó, lo duchó y se fueron a la casilla de la madre, donde lloraron juntos y se quedaron dormidos, abrazados.
Abrazadas, algunas chicas bailaban cumbia en el pabellón y se inventaban un jolgorio de libertad tras las rejas. Faltaba menos de una hora para las doce y estaban entonadas. Y aunque sabían que la tristeza sería inevitable después del brindis, por ahora resistían a cualquier referencia bajoneante. La andaluza servía “pajarito” y comida todo el tiempo porque los vasos no debían quedar vacíos ni los platos desnudos.
María y la Vane ya estaban desnudas y la energía ardiendo desmentía a la física, porque en esa celda no había dos, sino un solo cuerpo envuelto en sudor, humo y fragancias de claro origen. Las tangas, vaya a saber Dios adónde habían ido a parar cuando las dos se refregaban como lo hacen –incansables-, las arenas de apariencia recatada con las busconas aguas del mar. Vanesa ya le bajaba y no le bajaba. Amagó que sí y jugó que no, varias veces, hasta que María la tomó de los pelos y le suplicó a los ojos, con esa mirada de María que desarmaba a la Vane. Después de un sobrevuelo rasante y limítrofe, Vane arribó en descenso completo. Allí dibujó, embebió, estremeció serpenteó y hurgó aquí y también mucho, mucho más allá. Solo paró un toque para tomar “pajarito”, convidó a María y ambas pitaron del porro antes de devorarse en ese calabozo de Villa Sañamás.
En Villa Sañamás, pero en la ciudad, los perros se escondían por los estruendos de los cohetes y los balazos que los penitenciarios, en día de franco, lanzaban hacía un universo de colores de artificio y cañas voladoras. Los “cobanis” en servicio, -en tácita alianza con las ratas-, competían por una botella de whisky importado, a ver quién mataba más gatos desde las torres de control del penal. Aunque, para alegría felina, la mayoría ya no conservaba ni la puntería ni la vertical.
Ahora si, la Vane abordó el trazo vertical con un rumbo que se deslizaba de sur a norte y regreso. Ahora sí el pincel delineó, lentamente, en la dirección exacta. Ahora sí, la respiró justo ahí. Y ahora sí la Vane capturó el capullo erguido de María para dedicarle su arte de succiones sostenidas, humedades a todo vértigo y maravillas de ángulos cambiantes hasta ascender por el sendero hacia la cumbre. Y Vane, no solo hacía, si no que hablaba, jadeante y preciso. ¡Dios mío! ¡Dios mío! invocó María anegada, al sentir los primeros temblores. Luego, los gemidos, ayes y regocijos sucesivos retumbaron hasta el espacio común. ¡¡Eeeessssssaaaaa!!, gritaron algunas chicas, pero la andaluza mandó a callar y subió el volumen del aparato que anunció las doce en punto.
La Vane extenuó su rostro en la entrepierna de María y ambas dormitaron, así, tomándose las manos con tibieza.
De uno y otro lado de las rejas la gente brindó, rió, lloró por las ausencias y hasta se ofreció en abrazos embusteros.
María despertó de su entresueño y escuchó, nítida, la voz del Nazareno: ¡Feliz Navidad, mamá!
Con un sacudón, le dijo a Vane:
-¡Lo hizo! ¡Lo hizo! ¡Es él! ¡Mi hijo!
-¿Qué decís?, preguntó Vanesa.
-Vení, vamos a mirar por la ventanita, indicó María mientras le explicaba. Cuando tenía cuatro años el Nazareno inventó un juego. Madre o hijo tenían que cerrar los ojos y contar hasta tres sin decirlo: (“¡Un, dos, tres!”). Luego, mirando al cielo debían expresar lo que quisieran en voz alta. Entonces, estando a cualquier distancia, María o el Nazareno podrían escuchar lo que había dicho el otro. Esta era la primera vez que lo practicaban.
María parada en la cama, sostenida por Vanesa, miró al cielo por la ventanuca.
En un barrio de González Catán, el Nazareno, quien hoy cumplía doce años, esperaba respuesta con una botella de sidra en las manos y una gran sonrisa de certeza.
¿Qué hacés, decime qué hacés?, inquirió Vanesa.
“Ahora te digo, esperá”, respondió María. Cerró los ojos y se dijo:(“¡Un, dos, tres!”), luego, miró ese cacho de cielo que dejaba ver el tragaluz sin vidrio. Y en voz alta y quebrada le habló al Nazareno:
-¡Feliz Navidad hijito de mi alma, hijo de mi vientre, te amo. Te amo como nunca amé a nadie ni a nada. Te amo!
Entonces sí, el Nazareno rió con un par de lágrimas, asintió, y después de beber un trago pasó la botella a los compañeros.
María y Vanesa, cubiertas con las sábanas, aparecieron en el espacio común. Las chicas escucharon en ronda estremecida el relato del milagro del Nazareno. Luego se persignaron y, de rodillas, besaron las manos de María mientras ella no cesaba de llorar y reír a un tiempo.
Oscar Castelnovo


[1] Mina: Mujer (popularmente)
[2] Cobanis: término lunfardo que designaba al policía en general, hoy se aplica más al guardia penitenciario
[3] Bichas: celadoras, mujeres cobanis
[4] Tumba: Cárcel (argentinismo)
[5] Merca: Cocaína. El primer laboratorio que exportó ese producto para uso medicinal a la Argentina fue Merck Sharp & Dohme, de ahí su apodo. Aunque no es el único, alterna con “milonga”, “frula”, “papusa” y “gilada”, entre otros.
[6] Rancho: grupo de presos o presas que comparte la vida. Un rancho es la familia tumbera.
[7] Capa: Jefa.
[8]Poronga: Uno de los nombres que, popularmente, designa al pene; pero también al jefe/a de un pabellón.
[9] Faca: Cuchillo tumbero, “fabricado” con cualquier metal que sirva a tal efecto.
[10] Rati: Policía, alterna con “cana”, “botón”, “yuta” y “cobani”, entre muchos otros.
[11] Curtir: Tener sexo, hacer el amor. También tiene otros significados, por caso “Estar curtido”: Tener mucha experiencia en algo.
[12] Bancar: Aguantar la adversidad con entereza.
[13] Ponerse en pedo: embriagarse.
[14] Seca: pitada de porro o cigarrillo de tabaco.
[15] Birra: Cerveza
[16]Faso o porro: Marihuana en general. También cigarrillo de la misma substancia.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Llamado a todxs lxs solidarixs

Somos muchas las travestis que nos encontramos desamparadas y carente de apoyo familiar, gubernamental o de cualquier tipo. El único respaldo económico con el que contamos, no es más que el que conseguimos con nuestro cuerpo en la prostitución, situación que se dificulta en casos por ejemplo de las que estamos muy mal de salud internadas en el hospital Rawson y el de Clínicas, como la Sole, Gabi y otras. Y las que estan privadas de la libertad en la cárcel de Bouwer y el penal de San Martin, como Nati que se encuentra enferma y castigada y sin revisación médica en el penal, o Alejandra que se resistió a la expulsión de su casa tras ser denunciada por la familia y enfrentó a los policías que la desalojaron de la casa que ella pagaba prostituyéndose y hoy cumple condena por resistencia a la autoridad.
Tras recurrir a instituciones gubernamentales por subsidios o módulos de alimentos, no hemos encontrado respuesta favorable. Sabemos que a esto lo podríamos resolver organizadas para exigir lo que nos pertenece…solo si las compañeras estuvieran bien de salud y en libertad. Hoy la situación es urgente.
El estigma que acarreamos por ser: travestis, trabajadoras sexuales o en situación de prostitución, pobres, desocupadas, ex convictas, o con VIH, nos margina aún más y nos hace padecer como si no fuéramos humanas y con necesidades como el resto de las personas.
Por eso recurrimos a quien lea este mail, organizaciones sociales, políticas, y de derechos humanos. Apostando a la solidaridad de lxs de abajo para cubrir las necesidades más básicas y amainar la soledad de la discriminación social, el castigo del estado y el abandono en las instituciones sanitarias. Algunas de nosotras nos ofrecemos como puente para que las cosas lleguen a las manos de las compañeras. Creemos que este es un principio valido de organización.
Algunas cosas que nos estan haciendo falta son: ropa, tarjetas de teléfono global, elementos de higiene personal y sobre todo alimento no perecedero.
Desde ya agradecemos la sensibilidad, compromiso y respuesta de todxs.
Esperamos contar con ustedes en estos pequeños grandes actos, útiles no tan solo para nosotras sino para todxs, donde lxs de abajo construimos estas redes junto a un mundo más solidario, reciproco y donde nadie quede afuera.
Desde ya sepan que pueden contar con nosotras…

Maite- colectivo caracol. Tel 0351-152697773 vuelapalomanegra@yahoo.com.ar
Juan -colectivo caracol: 0351-152675101.

lunes, 19 de diciembre de 2011

ACTIVIDAD POR LA LIBERTAD DE LA GALLE

MIERCOLES 21/12 A LAS 19 HS. ACTIVIDAD POR LA LIBERTAD DE LA GALLE.
¡TE ESPERAMOS!

viernes, 16 de diciembre de 2011

El gobierno de la provincia de Sante Fe a través de los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Seguridad, abrió investigaciones administrativas que se suman a las judiciales que intentan ocultar lo que muchos sabemos: el gobierno de la provincia de Santa Fe sigue asesinando pibes todos los días.
Jonathan Retamoso, un pibe de 17 años recluido en el IRAR (Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario) “que se habría ahorcado con su sábana” según la versión de los responsables de su muerte, fue encontrado sin vida esta mañana. Jonathan había ingresado hace pocos días a esta terrorífica cárcel de niños co-gobernada por penitenciarios y civiles que pelean mancomunadamente para mantener el “orden” a cualquier costo.
CADH - ROSARIO

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Mesa informativa de VACAP en la Plaza Centenario de Villa María por el Día Internacional por los DDHH

VACAP Vecinos Autoconvocados Contra Abusos Policiales, se presentó este sábado en la Plaza Centenario por casi tres horas para informar y dialogar con lxs ciudadanxs adultxs y jóvenes que por allí transitaban, sobre la historia de lucha de más de tres años que la agrupación autogestionaria viene realizando en contra de los abusos policiales en Villa María.
Entregaron cartillas sobre TENÉS DERECHOS a jóvenes que se acercaban a ver los materiales que se exponían de recortes de diario y libros
que analizan las políticas estatales, al amparo de un Código de Faltas vigente desde 1994(1) en la provincia de Córdoba por el gobierno de De la Sota, que le dan tanto poder a las prácticas policiales para que desplieguen mecanismos represivos y vejatorios de los derechos ciudadanos.

Se informó también acerca de la necesidad de realizar las denuncias pertinentes en fiscalía de turno, y valerse de los procedimientos legales para exigir la intervención de la justicia como corresponde en un Estado de Derecho. Sólo la organización y construcción de redes sociales podrá hacer que la Ley madre tenga vigencia en la actualidad.
1) "El actual ordenamiento se promulgó el 7 de diciembre de 1994: anteriormente la instrucción y juzgamiento administrativo de estas infracciones se legislaba por medio de Edictos policiales"pag 72. ¡¿Cuánta Falta1? Código de Faltas, Control Social y Derechos Humanos. Inecip.Cba. Derna Montero, integrante de VACAP. 12 DE JUNIO DE 2011. 10,18 HS.
Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales
VACAP Villa María Córdoba

Jornada Anticarcelaria en Córdoba








La Coordinadora Anticarcelaria Regional Córdoba organizó una Jornada Anticarcelaria el sábado 3 de diciembre de 2011 en Casa Caracol, Córdoba capital, para compartir y debatir sobre las experiencias que distintos grupos y organizaciones vienen trabajando, tanto dentro como fuera de las cárceles argentinas, relacionadas con la denuncia de la sistemática violación de los derechos humanos dentro de las prisiones. También se pusieron en común y problematizaron experiencias relacionadas con la organización para la promoción y efectiva garantía de los derechos al interior de los muros.

A partir de las 17 horas se abrió una feria de producciones gráficas y artísticas donde se pudo compartir libros, folletos, revistas y dibujos que realizaron los compañeros privados de su libertad que participan en el Taller de Dibujo en el penal de San Martín de la ciudad de Córdoba. A las 18 horas se proyectaron cortos de animación del Proyecto Jeckill que integran las compañeras de la cárcel de mujeres de Ezeiza en Buenos Aires.

También se proyectó un documental sobre la Cooperativa Esperanza Sin Muros (ESMU) de Córdoba integrada por personas liberadas. Tuvimos el grato gusto de que dos de sus protagonistas, Karina y Chichi, compartieran su experiencia en las cárceles y su participación en la Cooperativa. Con su práctica dieron el ejemplo de que es posible avanzar en la vida si hay proyectos impulsados con organización, trabajo común y solidaridad.

En la segunda instancia de la jornada compañeras y compañeros presentaron los libros “Huye hombre huye” que es el testimonio de Xosé Tarrío González, un anarquista preso en Coruña, España, quien relata en el libro sus cuatro primeros años de encierro y las torturas y humillaciones padecidas; “La Resistencia”, una recopilación de la producción anual 2010-2011 de la revista que lleva el nombre del libro, acompañada con el audio de algunos compañeros que contaron la experiencia de quienes la producen en el Centro Universitario Devoto (CUD), en la Capital Federal; y por último, Oscar Castelnovo presentó “Cárceles de mala muerte”, un detallado informe anticarcelario que denuncia las torturas y violaciones a los derechos humanos padecidas por las personas presas en las penitenciarías federales y provinciales.

A lo largo de la jornada, se debatieron sobre distintas temáticas que dispararon las publicaciones y proyectaron propuestas comunes de coordinación, difusión y organización para combatir las problemáticas que viven los compañeros y compañeras dentro de las cárceles del país. Asimismo, se compartieron las experiencias de trabajo de aquellos grupos que ingresan a los penales en cada región del país.

Durante la jornada también se acordó realizar durante el 2012 una Campaña Nacional contra las Requisas Vejatorias a las personas presas y sus familiares y amistades que les visitan, promover el Segundo Encuentro Nacional Anticarcelario y crear en Córdoba una Red de Apoyo a presas y presos. Por último, se planteó la posibilidad de conformar una Corriente de Pensamiento y Acción que obligue a discutir el tema cárcel en la agenda pública.

Coordinadora Anticarcelaria

lunes, 12 de diciembre de 2011

Santa Fe evita una sanción internacional por la condena arbitraria de un albañil

Pasó 19 años preso por una confesión que, según dijo siempre, la policía le arrancó con torturas. Binner acordó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos remediar el error.

Héctor Superti, Hermes Binner y la relatora de la Cidh con sede en Washington, Luz Patricia Mejía? Este acto es tan simbólico como haber sacado las vallas de la Casa Gris?, dijo ayer el gobernador.

La provincia celebró ayer un acuerdo que le evita al Estado Argentino afrontar sanciones internacionales por una condena arbitraria que implicó que una persona estuviera presa en una cárcel de Santa Fe durante 19 años. Se trata de una solución amistosa sugerida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) y aceptada en todos sus puntos por la provincia. El gobierno hizo explícito que con esto no sólo se intenta remediar ese error, sino contraer un compromiso para evitar que cosas así, por responsabilidad del Estado, se repitan en el futuro.
Rubén Darío Godoy es un albañil de Villa Gobernador Gálvez que tiene actualmente 50 años. En 1994 fue sentenciado en un juicio oral que, por ser de instancia única, no permitía la apelación. Tres jueces de la Sala II de la Cámara Penal rosarina le dieron prisión perpetua por el intento de violación y homicidio calificado de una chica de 19 años. Nadie revisó el caso y los defensores de Godoy siempre alegaron que fue condenado sin más que una confesión policial obtenida bajo torturas.
Durante años el defensor oficial de Godoy, Carlos Giandoménico, cuestionó por arbitraria la condena, en una larga carrera que llegó hasta la Comisión Interamericana. Este órgano con sede en Washington contempló la petición ya que el sistema de juicio imperante en la provincia con el cual Godoy fue enviado a la cárcel viola tratados internacionales.
Liberar e indemnizar. La solución que evita las sanciones implica adoptar recomendaciones efectuadas hace tres años por la Comisión, como por ejemplo la revisión del caso penal en la justicia local, el reinicio de la causa por los apremios ilegales denunciados por Godoy, la vigencia de un nuevo sistema de juicio penal que respete los tratados internacionales de derechos humanos, como el que se está implementando en la provincia de Santa Fe, y la reparación de los daños mediante una indemnización al albañil, que ya fue convenida.
Hubo una voluntad explícita de imprimir al acto fuerte significación política: la de que estos compromisos son posibles porque hay un nuevo sistema de enjuiciamiento de delitos rigiendo en la provincia cuyo espíritu, según se dijo, es impedir que alguien pueda experimentar la penuria de ser condenado a prisión sin prueba sólida. Por ello ayer en la sede rosarina de la Gobernación se sentaron a suscribir el convenio el gobernador Hermes Binner, la relatora de la Cidh para la Argentina, Luz Patricia Mejía y el ministro provincial de Justicia, Héctor Superti.
"El caso Godoy no nos habla sólo de lo que vivió esta persona sino de muchos casos de hombres y mujeres que han sido juzgados por una Justicia selectiva, que no respeta garantías y que no investiga los procesos policiales", dijo Luz Patricia Mejía, que es de nacionalidad venezolana. "Lo valioso del caso es que se transformó en una política pública", subrayó.
"Un símbolo". Esa valoración fue ampliada por Binner. "Hay mucho para aprender sobre las cosas que no hay que hacer. Esto que estamos firmando expresa un cambio cultural y representa qué cosa es el progresismo en Santa Fe. Así como el primer acto de gestión fue sacar las vallas de la Casa de Gobierno, que impedían que la gente entrara a dialogar con sus gobernantes, aspiramos a que la resolución del caso Godoy también sea un símbolo en el final de nuestro mandato", le dijo a este diario.
A la cita de ayer se arribó tras una negociación entre la provincia y la Cidh encarada en 2008. Luego hubo un preacuerdo homologado por la Cidh, en tanto el Estado santafesino terminó de cumplir los compromisos asumidos con un decreto.
El primer paso para el acuerdo fue la excarcelación de Godoy y la posterior conmutación de su pena. Godoy abandonó la cárcel de Coronda hace tres meses, el 22 de julio pasado, luego de que el juez de Ejecución Julio César Arri le concediera la libertad condicional. Tenía comportamiento ejemplar y ya había cumplido los dos tercios de la condena a 25 años que recibió en 1994.
Superti declaró que el acuerdo de ayer marca que la negociación debe ser el camino a seguir para resolver los conflictos. "Los que sostenían que el viejo sistema penal santafesino no se adecuaba a los parámetros internacionales tenían razón. La Cidh critica el sistema de juicio anterior y manifiesta su satisfacción por el cambio que está haciendo Santa Fe. Vino a decirlo la relatora para Argentina de la Cidh y eso nos gratifica".
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2011/12/06/noticia_0030.html