Flexiones y apertura de nalgas como en dictadura (AW) "La requisa íntima es vejatoria, y consiste en desnudarse adelante de terceros y tener que exponer las partes íntimas, realizando flexiones, abriéndote las nalgas", nos dice nuestra compañera Adriana Revol, en referencia a lo que suce en las cárceles de la provincia. Y también nos recuerda que la lucha en la cárcel de Devoto hizo que la jueza Wilma López fallara contra esta práctica y obligó al Servicio Penitenciario a usar métodos alternativos en esa Unidad. El estado, aparte de castigar brutalmente a lxs condenados, castiga también a sus familiares y amigxs. Castiga a su clase social. La persecución avanza brutalmente sobre la visita. Imponiendo procedimientos avasallantes de requisa corporal. La requisa íntima es requisa vejatoria, y consiste en desnudarse adelante de terceros y tener que exponer las partes íntimas, realizando flexiones, abriéndote las nalgas. De esta manera te muestran quien tiene el poder, quienes dominan y quienes son dominados. De este modo amigxs y familiares, van desistiendo de ir de visita, y las personas privadas de la libertad, van quedando cada vez más solas y aisladas, sin tener quien reclame por ellxs. Esto colabora con el aniquilamiento. Pero otras personas, sobretodo mujeres, se van anestesiando, y toman como rutina, esta experiencia degradante, esta práctica de maltrato sistemático. En un ínfimo porcentaje de requisas, se han encontrado drogas u otros objetos, menos del 3 %. Y esto no es negar que se entre drogas en la cárcel. Pero también hay que tener en cuenta que a lxs empleadxs (penitenciarios) no se lxs requisa. Esto también explica como pueden haber ingresado un kilo de cocaína (como se encontró en el penal de Villa María), o una botella de ginebra, entre otras varias cosas. Con estos métodos humillantes, se pierde el derecho a la intimidad, que es uno de los pocos derechos que les queda a lxs hijxs más pobres de nuestro pueblo. Requisa íntima, es sometimiento, nos despojan de toda dignidad. Las requisas vejatorias, que son un maltrato físico y psicológico permanente, y están prohibidas por los tratados internacionales, y por leyes nacionales como la misma 24660, en el artículo 195. Hay jueces de garantía que declararon a estas requisas como inconstitucionales, como es el caso de la jueza Wilma López, de Devoto, en el 2006. Lxs magistradxs ordenaron que los controles se hagan con métodos alternativos, no invasivos de la intimidad de las personas. Pero como suele suceder, el servicio penitenciario desoye, lo que algunxs pocxs jueces se atreven a manifestar en su contra. Adriana Revol Coodinadora Anticarcelaria
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