martes, 24 de abril de 2012

Ocho años de impunidad: Justicia por Gorosito Monterrosa

 
Ocho gritos por un Ángel
Familia Gorosito Monterrosa
 


Hoy, 24 de abril, se cumplen ocho años del ataque que le causara la muerte a Luis Ángel Gorosito Monterrosa, abusado sexualmente e incinerado por agentes penitenciarios de la Unidad 29 en 2004. Hace menos de un mes tuvo lugar el juicio sobre este caso y, con él, la inmensa vergüenza que generó el fallo del TOC 4 de La Plata: absolución para todos los implicados. Hoy más que nunca, Luis Ángel merece ser recordado, acentuando con su familia otro interminable grito de justicia.
 
Radio La Cantora - 24|04|2012

El 24 de abril de 2004, Luis Angel Gorosito Monterrosa se encontraba detenido en el penal de máxima seguridad de Melchor Romero, la Unidad 29, celda 10 del pabellón 3. Permanecía alojado allí con una orden judicial de custodia en un régimen cerrado para evitar agresiones, ya que llegaba de la Unidad 24 de Varela luego de denunciar al Servicio Penitenciario Bonaerense. A pesar de este supuesto resguardo, esa tarde Luis Ángel fue abusado en su celda por agentes penitenciarios, rociado con líquido inflamable y prendido fuego, lo que le ocasionó quemaduras graves en el 60% de su cuerpo. Trasladado al hospital de Alejandro Korn, Luis Ángel murió dos días después.

Durante las últimas semanas del pasado mes de marzo, ya en 2012, se desarrolló finalmente la instancia oral del proceso que debía hacer justicia por estos hechos. Sin embargo, los tres agentes penitenciarios imputados, Sergio Chaile, José Pedrozo y Humberto Martino, fueron absueltos según el dictamen del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de La Plata. La totalidad de dicho veredicto se fundó en la versión que el Servicio Penitenciario hizo repetir a sus agentes para proteger a los asesinos, así como en el informe pericial de la autopsia que la policía practicó a Gorosito, aún cuando la Procuración General establece que las pericias no pueden ser realizada por peritos de la policía en casos donde se investiga a agentes penitenciarios o policiales.

El fallo de Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni e Inés Siro prefirió sepultar bajo una catarata de transcripciones literales de la palabra de los penitenciarios el hecho de que Gorosito fue abusado sexualmente antes de ser asesinado. No se obtuvo explicación para ello, así como tampoco para el delito de adulteración de la prueba ejecutado por personal penitenciario respecto de las cintas de video del monitoreo. En todos los casos, el relato de los asesinos, sus cómplices y sus abogados cuadró mejor en la lamentable versión de los hechos que los jueces quisieron hacer pasar por verdad. En este sentido, cabe mencionar que la vergüenza provocada por sus propias decisiones llevó a los integrantes del Tribunal a ausentarse sin explicaciones de la lectura de su veredicto.

Tras este lamentable resultado, los abogados del Comité contra la Tortura, que representaron a la familia en la querella, han decidido apelar el fallo a los Tribunales de Casación. Hoy más que nunca, ellos, la familia continúan la dolorosa lucha por verdad y justicia, en la que merecen ser acompañados.
 

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