Durante las últimas semanas del pasado mes de marzo, ya en 2012, se desarrolló finalmente la instancia oral del proceso que debía hacer justicia por estos hechos. Sin embargo, los tres agentes penitenciarios imputados, Sergio Chaile, José Pedrozo y Humberto Martino, fueron absueltos según el dictamen del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de La Plata. La totalidad de dicho veredicto se fundó en la versión que el Servicio Penitenciario hizo repetir a sus agentes para proteger a los asesinos, así como en el informe pericial de la autopsia que la policía practicó a Gorosito, aún cuando la Procuración General establece que las pericias no pueden ser realizada por peritos de la policía en casos donde se investiga a agentes penitenciarios o policiales.
El fallo de Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni e Inés Siro prefirió sepultar bajo una catarata de transcripciones literales de la palabra de los penitenciarios el hecho de que Gorosito fue abusado sexualmente antes de ser asesinado. No se obtuvo explicación para ello, así como tampoco para el delito de adulteración de la prueba ejecutado por personal penitenciario respecto de las cintas de video del monitoreo. En todos los casos, el relato de los asesinos, sus cómplices y sus abogados cuadró mejor en la lamentable versión de los hechos que los jueces quisieron hacer pasar por verdad. En este sentido, cabe mencionar que la vergüenza provocada por sus propias decisiones llevó a los integrantes del Tribunal a ausentarse sin explicaciones de la lectura de su veredicto.
Tras este lamentable resultado, los abogados del Comité contra la Tortura, que representaron a la familia en la querella, han decidido apelar el fallo a los Tribunales de Casación. Hoy más que nunca, ellos, la familia continúan la dolorosa lucha por verdad y justicia, en la que merecen ser acompañados.
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