Nosotros decimos en nuestra organización que somos los hijos de la asistencia pública, de la educación pública, de la salud pública; de ese dolor de nuestra niñez nació una idea y esa idea se hace indestructible a medida que avanzamos. Para nosotros, que venimos desde esos lugares de Dios, es un placer poder tener aquí voz y compartir con todos ustedes la realidad que vivimos en los asentamientos, en las villas, en las cárceles, en los institutos de menores, todos los días. Nosotros somos quienes entregamos los muertos, las más de las veces estamos en las puertas de las cárceles esperando los cadáveres. La semana pasada presenciamos un juicio contra penitenciarios que habían violado y torturado a un compañerito de 27 años de apellido Gorosito. La connivencia de los fiscales y los jueces, con el Servicio Penitenciario en este caso y con la Policía Bonaerense en otros, hizo que al final del juicio tuviésemos que escuchar los aplausos -frente a la madre de Gorosito, el padre y los hermanos, y frente a todos nosotros que luchamos día y noche por la vida- tuvimos que escuchar los aplausos de los penitenciarios que después de haber violado sexualmente a un niño y después de haberlo asesinado prendiéndolo fuego, estaban aplaudiendo en los estrados de los tribunales de La Plata.
Quiero hablarles a los compañeros militantes: A nosotros no nos bastó el trabajo territorial, y aceptamos una invitación de la Universidad para ir a trabajar allí. Mis compañeras presas y presos me dijeron “Azucena tenés que ir a la Universidad –esto fue en el año ´98- a poner la palabra de los presos y de las presas, y de los pobres a la Universidad, porque lo que se está encarcelando es la pobreza.” Y mis compañeros y mis compañeras no se equivocaron. Hoy es una verdad a gritos que las cárceles están llenas de pobres, pobres que las más de las veces están presos porque son adictos y no delincuentes, chicos muy jóvenes. Cuando empecé este trabajo había hombre y mujeres de 50 o 60 años en las cárceles; hoy hay pibes de 18. Desde nuestra organización decidimos apostar a los Institutos de menores y a los barrios porque tenemos que atajar esta avanzada de criminalización de la pobreza y de encarcelamiento en masa.
Se extrañan también muchos compañeros de otras organizaciones cuando decimos que apoyamos al gobierno nacional y que festejamos esta avanzada del vicegobernador Mariotto, que no le debe haber resultado fácil la jugada que hizo los últimos días. Nosotros conocemos muy bien el poder que tienen las mafias bonaerenses y las mafias penitenciarias; y se debe reconocer que la jugada del señor vicegobernador ha sido un acto de coraje, de osadía y de justicia, pero necesitamos que las organizaciones territoriales como la nuestra, que están en los asentamientos y en los barrios, donde tenemos la mayor cantidad de detenidos y detenidas, se formen como cuadros políticos -nos diría nuestro maestro el Dr. Zaffaroni, con quien estamos armando una maestría en Comunicación y Criminología; él ha aceptado la invitación de nuestra humilde organización para dirigir esa maestría-. Como nos dice el doctor: Hay que formar militantes en Criminología; así como luchamos desde las facultades de Periodismo y Comunicación por la Ley de Medios, ahora tenemos que luchar contra el poder para que no siga escondiendo a los grandes delincuentes y encarcelando a los más débiles. La cárcel, compañeros, no es sólo un territorio de tortura; es un alto territorio de corrupción y tenemos que ir tras ellos; necesitamos políticos que finalmente tomen la decisión política de atacar a las mafias. En la cárcel hay hambre porque se roban el presupuesto y el hambre es tortura; en la cárcel hay enfermedades y mueren por abandono de persona, porque se roban los presupuestos para la salud, y son cómplices los médicos, los psicólogos, los docentes que nunca ven una presa o un preso golpeado, que cuando le dicen que trasladaron al alumno no preguntan dónde está. Y ¿saben dónde está, compañeros? En un buzón cagado a palos o, la más de las veces, está muerto.
A los compañeros de las organizaciones territoriales: Hay que apoyar esta impronta del vicegobernador, hay que formar cuadros en los barrios, hay que trabajar y no tenerle miedo a los pibes que están en cana; los pibes que están en cana son tremendamente inteligentes y este sistema los tiene presos porque son los díscolos que se van a sublevar; los pobres no somos estúpidos, llegamos a la Universidad, y llegamos a la Universidad con presos y con presas, en contra de los inscriptos por el Servicio Penitenciario, que manda a estudiar a los ex policías delincuentes y a los violadores que son buchones de ellos. Nosotros inscribimos a los más díscolos, a los que viven en los peores lugares de la cárcel, que es la población carcelaria. Entonces, decimos compañeros: Si hay un lugar excluyente en este mundo, es la cárcel. La compañera Cristina nos dice todos los días que tenemos que trabajar para incluir, entonces nuestra propuesta es luchar contra la pena punitiva, luchar contra la cárcel, y si luchamos contra la cárcel, luchamos contra las mafias. Más educación, más compromiso de compañeras y compañeros militantes en el tema criminológico. En los barrios se nos llevan pibes todos los días.
Para finalizar, como me dijo en una entrevista alguna en vez don Atahualpa Yupanqui, más que creyente soy dudante. Y soy dudante de una Policía Judicial, que por supuesto desde nuestra organización; apoyamos, pero tenemos en claro que no hay país, no hay gobierno en el mundo que invierta la cantidad de dinero que tiene que invertir para luchar contra las corporaciones del delito, para luchar contra el narcotráfico, para luchar contra la corrupción... aún así ponemos un voto de confianza. Pero también venimos a pedir a este foro que nos comprometamos militantemente, cada uno de nosotros, en las Universidades, en los barrios, en los contextos de encierro, que es donde están nuestros hijos. Tenemos que comprometernos todos los comunicadores, los psicólogos, los obreros, porque a nuestros hijos se los llevan en el momento menos pensado. Entonces, lo que nosotros venimos a decir es que apoyaremos esta Policía Judicial, pero más vamos a apoyar la decisión política de gobernantes como Mariotto o como Cristina, que pueden llegar a tomar la decisión de ir realmente contra las mafias. Gracias y buenas tardes.
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