Los presos alojados en el Módulo 2 del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz realizaron reclamos mínimos:
- Sillas para que sus familias, que tienen que viajar horas en tren, ómnibus y remises hasta llegar a esa cárcel, puedan sentarse durante el horario de visita.
- Mesas suficientes para poder compartir la visita con las familias, sin tener que pelearse porque son pocas.
- Agua caliente para el mate, para que no deban usar resistencias que hacen estallar la conexión eléctrica.
- Ventiladores de techo para no calcinarse, ya que en las unidades penitenciarias solo las oficinas de los funcionarios tienen aire acondicionado. Algunos de esos ventiladores, según denuncian los
presos, se los llevaron algunos funcionarios penitenciarios.
- Hornos a microondas para poder calentar los alimentos que les llevan sus familias, sobre todo los que consumen sus hijos/as.
- Camas dignas para las habitaciones donde se realizan las visitas íntimas.
Como se ve, son reclamos básicos, y todos ellos están vinculados a garantizar condiciones mínimas y dignas para las familias y visitas de los presos. Aún quienes consideren que las personas privadas de libertad no tienen derecho a casi nada, coincidirán en que sus familias no han cometido ningún delito, y no tienen por qué atravesar situaciones de mayor sufrimiento al que en sí mismo es tener a un familiar preso.
Como estos reclamos mínimos no fueron atendidos, los presos del Módulo 2 iniciaron una huelga de hambre y llegaron las represalias: se los amenazó con sancionarlos –cabe recordar que, a veintiocho años de retorno a la democracia, todavía está prohibido, y se considera una infracción grave, que los presos realicen una acción colectiva pacífica, por ejemplo, firmar una carta al director, o circular un petitorio-, y con trasladarlos masivamente a otras unidades penitenciarias. Esas amenazas, cuando se acercan las fiestas de Navidad y fin de año, y el período de calificaciones de diciembre, generan una enorme inquietud en los presos y sus familiares.
Desde la Asociación de Familiares de Detenidos en Cárceles Federales y el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos, llamamos a las autoridades del Servicio Penitenciario Federal a resolver esta situación sin apelar a decisiones autoritarias, que solo generan más angustia entre los presos y sus familias.
Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos
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