Informamos públicamente una vez más que en la U 9 el maltrato a los detenidos es una actividad sistemática y clandestina, los responsables de la unidad 9, al igual que las cámaras instaladas en los pabellones, esconden más de lo que muestran, aportan una imagen falsa de las condiciones de vida de los detenidos, en la que los malos tratos permanentes quedan siempre fuera de la "foto", sólo falta que divulguen el slogan "Los penitenciarios somos derechos y humanos".
Los hechos de violencia carcelaria no son aislados y circunstanciales, sino que forman parte de un plan sistemático de represión estatal clandestina e ilegal, que incluye una propaganda o acción psicológica dirigida a que la sociedad no reaccione (tal la nota de marras). Se asimila (salvando las enormes diferencias) al terrorismo de estado.
Mucho más grave que la mentira, es el cinismo con el que se pretende ocultar los hechos mas graves y aberrantes que a continuación detallamos:
* Denunciamos los tormentos, que sufrieron al menos tres detenidos el viernes 10 de Junio, cuya denuncia a cargo de la Fiscal Maria Cristina Beute, fuera elevada oportunamente y tramita actualmente en Juzgado Federal Nº 2, Secretaria Nº 2, como "N.N. s/Delito c/ la libertad" Expte 10.241 Año 2011.
LOS HECHOS
El viernes 10 de junio aproximadamente a las 19 horas, integrantes del cuerpo de requisa del Servicio Penitenciario Federal no identificados ingresaron al Pabellón N° 8 Retiraron del baño a uno de los detenidos, lo sacaron del pabellón hasta un pasillo fuera del alcance de las cámaras de seguridad y comenzaron a aplicarle patadas en las piernas y en todo el cuerpo, golpes con un palo en la columna, hasta que la víctima tuvo una convulsión y se desmayó. Los agentes que le pegaban decían que fingía. Seguidamente lo colgaron de una reja en lo alto, de modo que sólo podía apoyarse en un pie. Producto del ajuste de las esposas, éstas se le encarnaron y se le hincharon las manos, entonces uno de los agentes le dijo que se la deshincharía y lo pinchó con algo parecido a un destornillador. Le colocaron un chaleco de los que usan los penitenciarios y le pegaban con un palo, le pisaban la cabeza. Mientras ocurrían estos hechos los agentes le repetían que ellos eran la mafia y que lo iban a trasladar a otro penal, donde también había gente de ellos por lo que no le convenía hablar. (a confesión de parte......) Finalmente fue conducido a la enfermería, donde por toda atención recibió un calmante inyectable.
Mismo día, hora y pabellón otros detenidos fueron atacados por el cuerpo de requisa del Servicio Penitenciario Federal, sin identificación alguna, aplicaron brutales castigos físicos a por lo menos dos detenidos más, uno de ellos cuatro días después se encontraba todavía tirado en cama sin poder levantarse. El tercero Martin Espiasse fue victima del "revoleo o calesita" (traslado continuo de un penal a otro), después de ser sometido a una brutal golpeadura y antes que pudiera hacer denuncia alguna, fue trasladado a Rawson dónde ingreso sin casi poder caminar, con un color bordó de los golpes recibidos en la U 9 fue alojado en un buzón aislado del resto de la población carcelaria. Cuatro días después lo subían nuevamente a un móvil y fue enviado a Ezeiza.
*Argentino Peloso Iturri, muerto a golpes en abril de 2008, a manos de agentes del Servicio Penitenciario Federal. Por el hecho hay 15 agentes penitenciarios imputados. Además, los testigos de la causa han sido amenazados de muerte por sicarios del SPF. Además de estos hechos de la realidad, queremos decir que nosotros si tenemos estadísticas ciertas y confiables:
El 69,1 de los detenidos alojados en la Unidad 9, han sufrido golpes por parte de la requisa, (7 de cada 10). Investigación publicada por el equipo de la Procuración Penitenciaria de la Nación bajo la dirección de Alcira Daroqui y Carlos Motto (Cuerpos Castigados. Malos tratos físicos y tortura en cárceles federales, Editorial Del Puerto, 2008)
Z A I N U C O
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